Vasconcelos, la Biblioteca Centenario y la lucha por la alfabetización

Con la entrega de la Biblioteca Centenario 2021 se da inició a uno de los mayores proyectos de alfabetización y dotación de las bibliotecas públicas de México; una iniciativa que busca que las poblaciones vulnerables accedan a materiales de calidad y que da continuidad a la «cruzada educacional» de José Vasconcelos, primer titular de la SEP

 

Por Martha Rojas

RegeneraciónMx.– “José Vasconcelos antes que pedagogo fue educador, y antes que educador un político”, preocupado por que los horizontes históricos de México se transformaran a base de “lápices, premunidos de imaginación”, a base de educación.

Uno de los mayores retos educacionales se torna real con la entrega de la Biblioteca Centenario 2021, conformada por más de 170 títulos, que llegaran a las estanterías de las bibliotecas públicas del país y recintos en donde estudiantes, jóvenes, y adultos puedan acceder a materiales de lectura de calidad, según lo expresado por la titular de la SEP, Delfina Goméz, y el director de Materiales Educativos, Max Arriaga, quien en ese sentido evocó la labor de José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet.  

José Vasconcelos nació en el seno de una familia de clase media en el ocaso del porfiriato que se extendió de 1884 a 1911. Su juventud la pasaría rodeado de libros, gozaría de una educación minuciosa en un centro dedicado al cuidado y la enseñanza de las élites mexicanas y en 1907 se graduaría como abogado.

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Era ya desde esa perspectiva de conciliador de la justicia, que Vasconcelos comenzaría a disentir contra el gobierno de Porfirio Díaz, a quien la sombre de la violencia, la codicia y el despotismo seguían de cerca.

Poco después de estallar la Revolución Mexicana, José Vasconcelos se uniría al Ateneo de la juventud, un grupo de jóvenes escritores, poeta y artistas visuales que hacia 1913 lograron la transformación cultural del México posrevolucionario, caracterizándose por la forma de concebir la paz, el orden y la Nación.

Los ateneos creían que los valores de la sociedad mexicana habían sufrido un grave colapso y decadencia durante el porfiriato, un signo que profundizaba la desigualdad y la injusticia contra las clases desposeídas.

Los jóvenes idealistas, agrupado en el Ateneo de la juventud, entre los que también se encontraban Alfonso Reyes, Antonio Caso, Julio Torri o Diego Rivera consideraban que la transformación del país sólo se conseguiría a través de la educación.

Fieles lectores de Kant, Platón o Friedrich Nietzsche, los ateneos llamaron a dotas la educación que rechazara el término del racismo y la posición positivista racista.

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LA LUCHA EDUCACIONAL CONTRA LA BARBARIE

Si bien los sueños de Vasconcelos se apuntalaron a la silla presidencial, víctima de un fraude electoral se quedó solo después de llamar al pueblo con la vida la legitimidad de las elecciones.

Vasconcelos repudiaba la barbarie que en su decir no era otra cosa que el contraste entre la opulencia y la miseria, que debía ser combatida con ejércitos de maestros; negaba la existencia de razas inferiores y superiores.

Cuando toda la sociedad aspiraba a viajar a Europa o Estados Unidos, Vasconcelos inició un periplo por América del Sur para adentrarse en la espirtualidad de los pueblos suramericanos, una experiencia que dejaría plasmada en La Raza Cósmica.  

Su particular visión de los pueblos y su prioridad por la educación lo llevaron a emprender una cruzada por el territorio mexicano para llevar a los lugares más recónditos la alfabetización.