En Madrid ‘un desconocido’ (Cristiano Ronaldo) comenzó a dar toques al balón mientras tenía a su perro atado a una silla. Al principio nadie le hace caso, hasta que un niño, maravillado por la actuación del ‘mendigo’ y sin los dichosos prejucios que tienen los adultos, comenzó a jugar con él.
Esta acción conmovió tanto al futbolista que decidió desvelar su verdadera imagen y obsequiar al pequeño con el balón autografiado.