Las técnicas de restauración de arrecifes de coral incluyen viveros de PVC a lo largo del Arrecife Mesoamericano y el Golfo de México, y el trasplante de más de 10,000 colonias al año
Regeneración, 30 de septiembre del 2018. Los arrecifes de coral contribuyen a la estabilización y protección de las costas, mantienen la calidad del agua y proveen de hábitats de alimentación y protección para muchos de los organismos marinos de gran importancia ecológica y comercial.
En 2017 la ONU anunció la desaparición de la mitad de los arrecifes de coral del mundo.
La ONU señaló que la sobrepesca, las actividades extractivas, el turismo, la recreación, el desarrollo costero y la contaminación están degradando los hábitats y reduciendo las poblaciones de especies marinas a un ritmo acelerado.
«Sin embargo, los arrecifes están siendo afectados por una combinación de impactos humanos y naturales, incluyendo blanqueamiento y enfermedades, que son acentuados por el cambio climático», según explica la Asociación Cooperativa Guardianes de Alta Mar R. L
Aunque los eventos relacionados con el cambio climático no son controlables con el manejo local, es posible aumentar –hasta cierto punto- las oportunidades de los arrecifes para resistir y recuperarse de estos impactos incrementando su incrementando su potencial de resiliencia a través de la restauración activa
El Programa de Restauración de Arrecifes de Oceanus, A.C. busca incrementar el potencial de resiliencia y adaptación de los arrecifes de coral y promover la recuperación de especies asociadas de peces e invertebrados con un énfasis especial en la recuperación de áreas de No Pesca.
Las técnicas de restauración desarrolladas incluyen la construcción de viveros de coral de PVC en sitios seleccionados a lo largo del Arrecife Mesoamericano y el Golfo de México, y el trasplante de más de 10,000 colonias al año.
https://www.facebook.com/oceanus.ac/videos/891703714318061/
El método de restauración
En esta ocasión presentamos de manera breve parte del proceso que el Programa de Restauración de Arrecifes realiza para llevar a cabo su cometido.
La primera etapa es la estabilización de fragmentos de coral que han sido aprovechados a partir de lo que conocemos como fragmentos de oportunidad (porción de coral desprendido de manera natural o accidental), los cuales son reducidos a fragmentos mas pequeños para ser montados en viveros submarinos hasta que sanen sus cicatrices y se recuperen.
Pasando un periodo de tiempo, y observándose su total estabilización son trasladados a sitios que presentan alto grado de deterioro.
Se utilizan bases de concreto diseñadas para dar soporte y estabilidad a la colonia durante su crecimiento, después de un tiempo alcanzará un tamaño considerable y una madurez que le permitirá efectuar la reproducción sexual.
¿Podemos salvar los arrecifes de coral?
Banco de peces roncadores rodeando un pilar de coral en el Bloody Bay Marine Park, en Pequeña Caimán.
Las Naciones Unidas han informado de que el 70% de los arrecifes de coral de la Tierra está amenazado: el 20% de ellos ya está destruido sin esperanza de recuperación, el 24% corre riesgo inminente de colapso y un 26% más está en riesgo por amenazas a largo plazo.
La degradación de los ecosistemas costeros es especialmente problemática, ya que el 40% de la población mundial (3.100 millones de personas) vive a menos de 100 kilómetros del océano, lo que significa que las pérdidas masivas de los ecosistemas de arrecifes de coral constituyen también un problema económico y social.
Las estructuras de los arrecifes protegen de las tempestades a las comunidades costeras, proporcionan arena a las playas y generan enormes ingresos para las empresas de ocio locales.
Los arrecifes de coral son también el laboratorio médico del siglo XXI. Un sinfín de organismos como las esponjas, los corales y las liebres de mar contienen moléculas que demuestran potentes efectos antiinflamatorios, antivirales, antitumorales o antibacterianos.
A partir de estas moléculas se están desarrollando nuevos tratamientos para la enfermedad de Alzheimer y para enfermedades cardíacas, víricas e inflamatorias.
El colapso de los arrecifes de coral tiene implicaciones de largo alcance para todo el océano, para las personas y en realidad, para el planeta.
En el futuro, debemos centrarnos en cómo conservar lo que queda, de ser posible, adoptando medidas audaces y decisivas encaminadas a revertir la trágica trayectoria.
Estas soluciones requerirán innovaciones y asociaciones que puedan dirigir el cambio social necesario para frenar los daños en los arrecifes de coral y revertir la tendencia a la baja de su salud y supervivencia.
El tiempo no está de nuestro lado, pero la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible establece un plan para la futura protección de los océanos.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ponen de relieve las implicaciones económicas, sociales y culturales del grave descenso de las poblaciones de peces, el deterioro de los ecosistemas de arrecifes de coral y la erosión costera debida al aumento del nivel del mar, así como la deficiente gestión actual.
Por ejemplo, el ODS 14 pone de manifiesto la necesidad de reducir la contaminación marina, regular la captura de peces y poner fin a la sobrepesca, la pesca no reglamentada y las prácticas pesqueras destructivas, a fin de restablecer las poblaciones de peces en el plazo más breve posible.
El objetivo es gestionar y proteger de forma sostenible al menos el 10% de los ecosistemas marinos y costeros antes de 2020, y fortalecer su resiliencia y adoptar medidas para su recuperación.
Teniendo en cuenta que el 70% de los arrecifes de coral ya ha desaparecido o se encuentra amenazado, se requerirán mayores niveles de protección para poder compensar el creciente estrés provocado por el cambio climático.
Los corales se vuelven blancos y se «decoloran» como consecuencia de la expulsión del animal de las algas simbióticas por culpa del estrés.
La temperatura más elevada de lo normal en la superficie del mar durante períodos prolongados está provocando la muerte de los corales en todo el mundo, un fenómeno que, según predicen los modelos climáticos, será cada vez más frecuente.
Algunos estudios demuestran que las reservas marinas administradas, donde la captura está prohibida y el 50% de los arrecifes está protegido, aunque son vulnerables al calentamiento de las aguas, sí tienen capacidad de recuperación.
Por desgracia, el episodio más reciente de decoloración de la Gran Barrera de Arrecifes de Australia ilustra cómo el cambio climático, impulsado principalmente por las emisiones de carbono de origen humano, está destruyendo este ecosistema marino esencial a pesar de su protección, incluso en lugares muy alejados de las poblaciones humanas.
El Acuerdo de París de 2015, aprobado en el 21erperíodo de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), ha marcado una nueva era que podría mitigar las consecuencias del cambio climático para la humanidad, pero no para los arrecifes de coral.
Fuente: ONU