Vocero de Cecop envía carta a Nestora Salgado «en riego de morir»

• El vocero del Cecop envía carta a Nestora Salgado, comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá, en huelga de hambre

• “No nos mandaron al penal de la muerte por nuestra seguridad, sino para castigarnos”, reflexiona

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Regeneración, 18 de mayo del 2015.-Desde el penal de La Unión, Guerrero, el vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota, Marco Antonio Suástegui Muñoz, envió una carta al penal de máxima seguridad de Tepic, a la comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García, en huelga de hambre desde hace ocho días, y recluida e incomunicada desde hace dos años por el gobierno de Ángel Aguirre Rivero.

La carta, titulada Nestora y el penal No. 4 de Tepic, Nayarit, fue difundida hoy, en el contexto de las movilizaciones por la libertad de la activista presa. En ella, Suástegui le pide no rendirse ante el Estado, y aguantar, porque en Guerrero, le dice “te necesitamos”.

En ella, el vocero advierte que la comandanta está “con el riesgo de morir”.

Suástegui Muñoz, quien estuvo varios meses en el mismo penal, reflexiona sobre las condiciones de vida ahí, sin ver la luz del sol, con todo tipo de enfermedades pero sin medicinas ni doctores; con hambre pero sin alimento o con alimentos podridos; con la tristeza de no ver ni saber nada de sus familiares y amigos, compañeros de lucha.

“El daño moral que nos han causado es irreparable y esa terrible sensación de casi no ver la luz del día y no saber qué será de nosotros nos deja traumados, como idos de la mente o como se dice por ahí, nos deja “quemando cinta”. Si n duda alguna hay un antes y un después, pues ya nada vuelve a ser igual. Nosotros para no hacer sufrir a nuestras familias les decimos que no pasa nada, que estamos bien, pero en realidad lo decimos para no verlos y hacelos sufrir, pues sabemos que en ocasiones ellos sufren más que nosotros”, comenta Suástegui.

A continuación, el texto íntegro del documentocarta-nestora

Nestora y el penal No. 4 de Tepic, Nayarit

A Nestora en huelga de hambre con el riesgo de morir.

Todo lo que escribo lo hago con conocimiento de causa. Durante casi 10 meses viví la pesadilla de estar encerrado en el penal de máxima seguridad Cefereso No. 4 Noroeste de Tepic, Nayarit. Lejos de la tierra que me vio nacer, Guerrero. Peor aún, lejos de mis hijos, familiares, de mis seres queridos y de los compañeros de lucha del Cecop.

Y no, no es por mi seguridad que el gobierno me haya trasladado hasta este lugar. No. Tampoco es casualidad que en este mismo penal en el área femenil se encuentre recluída Nestora Salgado, comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá, acusada igual que yo de delitos que nunca cometimos.

En realidad lo que el gobierno quiere es castigarnos porque hemos levantado la voz, porque no dejamos que nos pisoteen, porque defenderemos nuestros derechos y el de los más necesitados, de los pobres, de los campesinos, de los obreros, de los estudiantes, de los maestros y de toda causa social justa, y en mi caso, por defender nuestras tierras y ela gua del río Papagayo

A Nestora la encerraron porque estaba haciendo justicia, y brindando seguridad a su pueblo, cosa que el gobierno actualmente no nos puede brindar. Sin duda alguna ella, la comandanta cuenta con el apoyo de todos nosotros, pues la labor que estaba realizando era sin duda un ejemplo para todas las mujeres y hombres de Guerrero. Su gran valentía nos motivó a muchos a seguir sus pasos.

Hoy, a casi dos años de su injusta detención sigue presa en el penal del olvido, en ese penal del destierro, en ese penal de la muerte, padeciendo enfermedades pues ahí nunca hay medicamentos, ni doctores, pasando hambre pues como ya lo he dicho antes, la comikda que te dan siempre está echada a perder y no es suficiente para una buena nutrición.

Además de estar incomunicada pues los 5 o 10 minutos que te dan para hablar por teléfono de vez en cuando no son suficientes para poder expresar todo lo que uno siente por la familia y compañeros, y las cartas que a veces llegan a veces no, tardan en ir y venir tres meses.

Y por si fuera poco el proceso al que nos han sometido es muy lento y los juzgados son insuficientes para la población, que es de aproximadamente 6 mil reos entre hombres y mujeres.

Sé lo que estás sufriendo, buena mujer, gran comandanta, madre ejemplar, gran compañera, hermana mía, pues todo lo que tú estás viviendo yo lo viví en carne propia. Sólo te pido un favor, no te desesperes, no te dejes caer ni vencer. Aguanta un poco más. Ánimooo!!! Me está doliendo en lo más profundo del corazón tu encarcelamiento así como también el encierro de María de la Cruz Dorantes Zamora, mi compañera del Cecop, detenida el 6 de octubre del 2014, hace 7 meses.

Y pues qué decir de Gonzalo Molina y Arturo Campos, guerreros incansables y hermanos de lucha de nosotros. No te rindas, el estado de Guerrero y nosotros los luchadores sociales Te necesitamos!!!

El daño moral que nos han causado es irreparable y esa terrible sensación de casi no ver la luz del día y no saber qué será de nosotros nos deja traumados, como idos de la mente o como se dice por ahí, nos deja “quemando cinta”. Si n duda alguna hay un antes y un después, pues ya nada vuelve a ser igual. Nosotros para no hacer sufrir a nuestras familias les decimos que no pasa nada, que estamos bien, pero en realidad lo decimos para no verlos y hacelos sufrir, pues sabemos que en ocasiones ellos sufren más que nosotros.

Hoy me encuentro recluido en el penal de La Unión de Montes de Oca, en Guerrero, recuperándome de las lesiones que sufrí a manos de los policías ministeriales que me detuvieron por orden del ex gobernador Ángel Aguirre Rivero y a pesar de que ya tengo comunicación y la visita de mis familiares y amigos, “cárcel es cárcel”. Por lo que exijo tu libertad inmediata, la mía, la de Gonzalo, la de Arturo y la de María de la Cruz y de todos los presos políticos. “Libertad ya para todos”.

Te mando un fuerte abrazo.

Marco Suástegui.
Que Dios te bendiga.

¡Justicia y libertad! ¡La tierra no se vende! Nestora, María de la Cruz, Gonzalo, Arturo y Marco viven!
¡La lucha sigue y sigue!