Para Corea del Norte, estas operaciones representan una repetición provocadora de la invasión de su territorio. Cada año, amenaza con represalias militares.
Regeneración, 21 agosto 2017.- Este lunes, Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron sus ejercicios militares anuales conjuntos, mientras el presidente surcoreano, Moon Jae-In, pedía a Norcorea que no los utilizara como pretexto para perpetuar las tensiones.
En la maniobra militar llamada Ulchi Freedom Guardian (UFG) participan decenas de miles de soldados y está basada en gran medida en simulaciones por ordenador, estos ejercicios tienen lugar en Corea del Sur y durarán dos semanas.
Estas operaciones para Pyongyang representan una repetición provocadora de la invasión de su territorio. Cada año, amenaza con represalias militares.
La operación de 2017 se produce en un contexto de alta tensión y de guerra retórica entre Washington y Pyongyang.
Corea del Norte probó dos misiles balísticos intercontinentales (ICBM) en julio, pareciendo poner a su alcance buena parte del continente americano. Como reacción, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con desencadenar «fuego y furia» contra el Norte.
Pyongyang replicó prometiendo lanzar una salva de misiles cerca del territorio estadounidense de Guam, en el Pacífico. El dirigente norcoreano, Kim Jong-un, dejó por el momento este proyecto en el aire pero advirtió que su activación solo dependía del comportamiento de Washington.
El presidente Moon señaló que el ejercicio UFG era «puramente defensivo por naturaleza». Pyongyang no debe, advirtió, «utilizarlo como excusa para provocaciones que agravarían la situación».
«Corea del Norte debe comprender que sus reiteradas provocaciones obligan a Corea del Sur y Estados Unidos a realizar ejercicios conjuntos, perpetuando el círculo vicioso», añadió.
Aproximadamente 50 mil soldados surcoreanos participan en ellas, al igual que 17 mil 500 estadounidenses, lo que representa un descenso en relación a los 25 mil soldados desplegados el año anterior.
Su número fue reducido «con la intención de lograr los objetivos del ejercicio», declaró a la prensa a bordo de un avión con destino a Jordania.
El almirante Harrys Harris, jefe del comando del Pacífico de la Marina estadounidense, llegó el domingo a Corea del Sur para seguir los ejercicios y discutir sobre la amenaza que representan los programas balísticos y nucleares de Corea del Norte.
Ante ello, Pyongyang acusó a Washington de «arrojar leña al fuego». El diario de Norcoreano, Rodong Sinmun, advirtió así de la «fase incontrolable de la guerra nuclear». Estados Unidos «se equivoca más que nunca» si piensa que una guerra «tendría lugar en otro país, lejos de ellos, al otro lado del Pacífico».
Con información de El Financiero y BBC