En un análisis detallado de los argumentos que se dieron en favor de la Reforma Energética el columnista concluye que tal reforma no ayudó a México ni a su desarrollo.
Por Emmanuel Ameth
Regeneración, 01 de mayo de 2018.- David Penchyna Grub, actual director del Instituto Nacional del Fondo de Vivienda para el Trabajador (Infonavit) y quien otrora fuera defensor y uno de los ‘padres’ de la Reforma Energética cuando figuraba como presidente de la Comisión de Energía en el Senado, es directamente responsable de lapidar a Petróleos Mexicanos (Pemex) así como de vulnerar el sector energético en general.
Porque con tal de defender la propuesta de Peña Nieto, probablemente inocente en su concepción pero sin duda totalmente perversa en su ejecución, cayó en no pocos engaños en el discurso que hoy pueden contrastarse con la realidad, pese a que muchos especialistas advirtieron sobre sus consecuencias.
Y es que no sólo los beneficios prometidos nunca llegaron, sino que en su lugar la Reforma Energética trajo consigo afectaciones que o bien se debieron a un irresponsable desconocimiento o bien a una dolosa complicidad.
Decálogo de los beneficios que nunca llegaron
Falacia 1. Reducciones en precio de luz y gas en 18 meses
David Penchyna señaló el 13 de mayo de 2014 que a partir de que entrar en vigor la legislación secundaria de la Reforma Energética (decretada el 11 de agosto de ese mismo año), los precios de la energía eléctrica y del gas se reducirían en un plazo cercano a los 18 meses.
“Con más competencia se benefician los usuarios, con más competencia la luz será más barata, remitámonos a las pruebas, la competencia en el mercado eléctrico redujo los precios en 29% en Argentina, en 30% en Chile y en 10% en Perú, es esto lo que queremos para México”, aseguró Penchyna el 19 de julio de 2014.
En agosto de 2014, el precio promedio del kilogramo de LP oscilaba los 13.46 pesos; para enero de 2016, 18 meses después, alcanzó los 14.53 pesos, mostrando un aumento de 7.9%. Los primeros días de 2018, el kilogramo se expidió en 19.56 pesos, 45.3% más caro de lo que se expedía antes de la Reforma Energética, 30.6 % en términos reales.
En el caso de la luz, de acuerdo con el Sistema de Información Energética (SIE) el precio pasó de 112 centavos por kilowatt/hora a 120 centavos en noviembre de 2017 –último dato revelado-, medido en términos reales, esto es, ya después del efecto inflacionario, que según la calculadora inflacionaria del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, acumuló 14.64%.
Falacia 2. Energía ininterrumpida
El 19 de julio de 2014 el entonces senador David Penchyna dijo que con estas medidas (la aprobación de dictámenes de la Reforma Energética) los mexicanos recibirán luz de forma ininterrumpida y a un mejor precio.
Sin embargo, datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) desmintieron su aseveración, pues en agosto de 2014 lo usuarios que se vieron afectados por interrupciones mostraron un indicador de 1.2 en tanto que los que no las recibieron fueron de 1.0; para diciembre de 2016, última fecha revelada por la CFE, las interrupciones no sólo no se redujeron sino que aumentaron, pues los afectados se incrementaron a 1.3 y los que no padecieron de interrupciones bajaron a 0.9 puntos indicador.
Falacia 3. Frenar la importación de gas
“Con la reforma energética seremos capaces de frenar la importación de gas natural que encarece la producción, y repercute en los precios al consumidor”, afirmó el Senador David Penchyna Grub el 25 de septiembre de 2014.
Pero la importación de gas no sólo no se frenó, sino que aumentó.
Con datos del Sistema de Información Energética (SIE) de la Secretaría de Energía (Sener), el valor real de las importaciones en agosto de 2014 era de 2 mil 136 millones de dólares, mientras que en su última medición, correspondiente a marzo de 2018, la cifra fue de 2 mil 273 millones de dólares, a precios reales, es decir, quitando los efectos de la volatilidad del tipo de cambio.
El 4.6% de aumento de importaciones de gas es muy diferente a reducir a ‘0’ la importación de gas natural.
Falacia 4. La caída de precios del petróleo no iba a afectar la reforma
“Es de ignorantes decir que con la caída del precio del petróleo se va a afectar la Reforma Energética”, explicó el entonces presidente de la comisión del Senado de la República, David Penchyna el 20 de febrero de 2015.
“La baja de precios tendrá consecuencias sobre la recién aprobada reforma energética del país, cuyo objetivo principal es permitir que inversionistas privados lleven a cabo actividades de exploración y producción, con miras a revertir la pronunciada caída de la producción de Pemex”: Alfredo Álvarez Laparte, presidente del Comité Técnico Nacional de Energía del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), el 4 de febrero de 2015.
En México se aprobó la reforma energética como posibilidad para captar inversiones, aunque en el mundo se dieron las señales contrarias. “Hoy las empresas están recortando planes de inversión, producción y obviamente, son las grandes petroleras las que tienen capacidad de inversión nueva, no sólo en México sino en el mundo”: Leticia Armenta, especialista del Tecnológico de Monterrey.
Ante los precios bajos del crudo que desincentivan inversores, David Shields dijo que “de no encontrar soluciones, no es impensado hablar de un eventual cierre de la compañía. Suena muy drástico, pero en el mediano o largo plazo, en cinco, diez años, es posible que Pemex deje de tener sentido«, apuntó, por lo que urgió a ‘aprovechar la oportunidad’ pese a que las licitaciones se han venido retrasando respecto de su cronograma original.
“Pemex cerró 2017 con una producción de 1.95 millones de barriles, en promedio diario… supone la mayor caída con respecto al año anterior desde que se tienen registros, en 1960, según datos preliminares de la empresa y de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH)”: Edgar Sigler, Expansión.
Falacia 5. Licitaciones fueron hechas en caja de cristal
Desde el punto de vista de David Penchyna, las licitaciones 1.1, 1.2 y 1.3 trajeron mayor transparencia, con licitaciones hechas en caja de cristal y de cara a la opinión pública; más competencia, con empresas nacionales y extranjeras decidiendo en qué campos participan, dónde se asocian, diversificando el riesgo, así como la creación de una industria petrolera nacional.
Sin embargo, la ex secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton y dos colaboradores suyos que trabajan en el sector energético ayudaron a diseñar la reforma que puso fin al monopolio petrolero en México, según correos electrónicos de su cuenta privada hechos públicos por el Gobierno de EEUU.
La Revista Proceso reveló que los grandes beneficiarios de la Reforma Energética fueron ‘viejos conocidos’ de la política mexicana como el binomio Salinas-Slim a través de la familia política de Salinas de Gortari, los Gerard Rivero, hermanos de Ana Paula Gerard Rivero, esposa actual de uno de los presidentes mexicanos que ha ejercido con mayor amplitud su poder, aun después de concluir su encargo, además del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, quien forma parte de muchos de los consejos de administración de grandes transnacionales del sector energético y por lo tanto tiene influencia en varios países.
De acuerdo con una investigación de la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), y dada a conocer por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, la filial mexicana de Key Energy pagó sobornos por el equivalente a 9 millones de pesos a cambio de información de futuras licitaciones y por obtener ampliaciones de contratos en Pemex.
Por si fuera poco, la Reforma Energética se dio en un marco en el que aún pesan actos de corrupción sobre Pemex, sin que fueran resueltos antes de comenzar con las licitaciones programadas, pues de acuerdo con documentos revelados por el diario brasileño O’Globo, directivos de Odebrecht pagaron un total de 10 millones de dólares de soborno a Emilio Lozoya Austin entre 2012 y 2016, cuando fue director de Pemex, a cambio, de ganar una licitación de 115 millones de dólares para hacer las obras de la refinería de Tula, en Hidalgo.
Además, la paraestatal también se vio envuelta en escándalo tras rematar Chemul, en la que el 8 de diciembre de 2017 emitió la licitación VB-018T4I985-E157-2017 para vender la plataforma, la cual fue declarada desierta; el Valor de Referencia de la plataforma habitacional se estimó en 22 millones 245 mil dólares y el único participante del concurso, Maquinaria Doga, ofreció 6 millones 680 mil dólares. Una vez declarada desierta la licitación, ese mismo día por la tarde Pemex sacó a remate la plataforma, siendo el único participante Maquinaria Doga, la cual ofreció 6 millones 745 mil dólares, 65 mil dólares más que en la licitación inicial.
Falacia 6. ¿Beneficios en 10 años?
David Penchyna, acompañado del panista Jorge Luis Lavalle, coincidieron el 13 de mayo de 2015 en que la totalidad de los beneficios de la Reforma Energética se verían en 10 años, y que en dos años se reducirían los costos de las tarifas eléctricas.
Atendiendo que la Falacia 1 aquí numerada no se cumplió ¿hay alguna razón para creer que se cumplirá aquello de los beneficios de la Reforma Energética en una década o el otrora senador apuesta por la desmemoria como en el caso de los precios de la luz, los cuales han venido al alza?
Falacia 7. Subiría la capacidad de producción
A pregunta expresa sobre las medidas a tomarse para enfrentar un escenario de volatilidad en el precio del crudo, David Penchyna aseguró que habría que incrementar la capacidad de producción y que además esto se conseguiría gracias a la Reforma Energética: “Sin duda, incrementar la plataforma de producción, pues no podemos permitir la pérdida de la capacidad de producción con un modelo normativo, donde hace diez años producíamos 3.4 millones de barriles y actualmente solo 2.2. Por ello, la conducción de Pemex después de la reforma está orientada para aumentar la producción”.
Nuevamente, con todo y las promesas sobre los supuestos beneficios que traería la Reforma Energética, a cambio de ceder renta con inversores privados, no sólo la producción no ha aumentado como refirió Penchyna para afrontar la volatilidad de los precios de mercado, sino que ha caído por debajo de los 2 millones de barriles diarios a partir de julio de 2017, una caída en producción que ronda un 20% menos de lo que promediaba antes de la Reforma.
Falacia 8. Las inversiones se mantienen en Pemex gracias a la Reforma, sin endeudamiento
“Hoy, frente a los bajos precios del petróleo, Pemex mantiene la inversión; muestra de ello es que el presidente Enrique Peña Nieto anunció más de 23 mil millones de dólares para las refinerías, lo que no sería posible sin las reformas que ofrecen la posibilidad de tener otras fuentes de financiamiento, pero sin endeudar al país”, afirmó Penchyna el 21 de diciembre de 2015.
Sin embargo la falacia es triple. Primero porque la inversión anunciada por Peña Nieto proviene del erario, no de empresas privadas, donde los 23 mil millones de dólares formaron parte de la deuda neta del Sector Público Federal, donde se incluye la deuda neta del Gobierno Federal, la de las empresas productivas del Estado y la de la banca de desarrollo, sumando al cierre de 2016, nueve billones 693 mil 217.5 millones de pesos, es decir 47.9 por ciento del PIB.
Segundo porque los datos muestran que el déficit del gobierno federal –deuda- se incrementó a un 2.9 por ciento del PIB en 2016, frente al 2.8 por ciento que se presentó en 2015, un aumento más de lo esperado según la calificadora Moody’s.
Y tercero porque con todo y la inyección de capital público, así como de los supuestos beneficios de la Reforma Energética, Pemex tiene el peor nivel de refinación en 25 años; pues sólo alcanza para abastecer a 3 estados, poniendo en peligro dicho recurso estratégico en aras de conseguir una soberanía energética.
Falacia 9. Los 500 mil empleos adicionales y el 1% de crecimiento de PIB adicional
Haciendo equipo con el hoy canciller Luis Videgaray Caso, David Penchyna aceptó de facto las aseveraciones de la presidencia de la República sobre los beneficios que traería la Reforma Energética, específicamente la respuesta que en 2014 dieron al cineasta Alfonso Cuarón.
La misma señalaba que gracias a dicha reforma, en 2018 habría una generación de empleos adicional de 500 mil empleos y de 1% de crecimiento adicional de PIB en este 2018; para 2025 aseguraban 2.5 millones de empleos adicionales y 2% de crecimiento adicional del PIB.
En ese preciso momento se demostró que se trataba de pronósticos guajiros, alcanzables una sola vez cada 375 años dada su improbabilidad de ocurrencia.
Sin embargo, más allá de que hoy en día es verificable con la realidad dicha falacia, sus correligionarios se desdicen más temprano que tarde. Es el caso del titular de la SENER que reveló que hasta 2033 se generarían entre 230 y 900 mil empleos (es decir, poco más de 500 mil empleos), una cifra muy distinta a los 3 millones que de menos ya se tendrían para 2025 y de los que se supone, ya estaríamos gozando este año.
En el mejor de los escenarios, el crecimiento económico del país se aceleraría 10 veces menos del pronóstico inicial, puesto que estimaron, sería de 2% en 2025 cuando la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos sostiene que en un escenario ideal, se daría un crecimiento de sólo 0.2% adicional del PIB cada año hasta 2040.
Incluso, como destaca el reporte de Perspectivas de la Alta Dirección en México 2018, elaborado por la consultora KPMG, lejos de beneficiar, tuvo un impacto negativo en los empresarios, lo que se traduciría en una disminución del PIB.
Falacia 10. Fondo mexicano de estabilización del petróleo
Luego de nombrar a los integrantes del Fondo Mexicano de Estabilización del Petróleo, Penchyna dijo que «Se ha dado un gran paso en la historia. Hoy lo que nos asistirá a todos es: vigilar, ser promotores y vigilantes serios de que el modelo energético funcione correctamente».
Lo cierto es que David Penchyna no ha vigilado ni mucho menos ha sido promotor de que se cumplan con los lineamientos que observa el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, pues desde su implementación, ha sido incapaz de recaudar el 4.7% del PIB, que es el monto mínimo que por ley debe juntar para posteriormente hacer transferencias a diversos fondos de estabilización y sectoriales, llegando apenas a la mitad de su meta.
El desconocimiento del impacto de la Reforma
Como una antítesis a las falacias detalladas anteriormente por parte de David Penchyna, ya sea por desconocimiento, ignorancia o complicidad, hubo especialistas que precisaron a tiempo verdades que hoy vemos corroboradas y que se transcriben tras ser descritas por Sergio Saldaña desde mediados del 2014.
- Rápido agotamiento de reservas petroleras. Si bien es cierto que la agresiva estrategia de extracción de hidrocarburos que esta reforma se propone sí aumentará la producción petrolera, también es cierto que agotará más rápido nuestras reservas de petróleo. Si los cerca de 14,000 millones de barriles de nuestras reservas probadas¹ nos iban a durar 10 años más a la actual tasa de extracción y reposición, con esta reforma nos durarán mucho menos. Lo anterior, combinado con nuestro actual subdesarrollo tecnológico en energías renovables, nos hará perder rápidamente nuestra soberanía energética.
- Se pierde la oportunidad de empujar la productividad de nuestra economía. Siendo estratégicos, ese petróleo debería servirnos para nuestro desarrollo, para aumentar la competitividad de nuestra industria nacional por medio del abastecimiento barato de insumos derivados de hidrocarburos al resto de la industria mexicana.
- Aumenta la carga fiscal a Pemex. El aumento de la carga fiscal se puede observar en lo dispuesto: i) en la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo; ii) en la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos, y iii) en las modificaciones a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria de este paquete de leyes secundarias. Ahora se exige que Pemex contribuya al menos con el 4.7% del Producto Interno Bruto a fin de que continúe sosteniendo cerca de la tercera parte del presupuesto federal. Entonces, ¿dónde está la presunta descarga fiscal a Pemex de la que tanto se ha alardeado en el discurso oficial?
- No se generarán empresas nacionales significativamente. La mayor parte de empresas en el sector energético serán extranjeras. Igualmente, al no existir actualmente un sector bancario nacional con la capacidad financiera requerida para respaldar las inversiones previstas, habrá una influencia creciente de instituciones financieras extranjeras en el sector. Hoy tenemos serios problemas de integración de nuestra industria; las propias secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Economía han sido hasta ahora incapaces de articular una estrategia económica de largo alcance a la altura de las necesidades del país; el país sigue sin rumbo económico, sin una definición clara y ordenada de metas; carecemos de una agenda de desarrollo… ¿Y aún así este gobierno federal se aventura a dejar en manos de empresas multinacionales nuestras reservas petroleras? ¿Le parece poco el bajo dinamismo actual de la economía mexicana como para debilitarla aún más con la sistemática fuga de activos del país que generará esta reforma energética?
- No aumentarán significativamente el nivel actividad económica y de generación de empleos. La renta petrolera representa el 6.8 %PIB², por lo que aun aumentando la producción como lo proyecta el gobierno federal, esto no incidirá significativamente en la tasa de crecimiento del PIB.
- Aumentará la concentración del ingreso y habrá transferencia de riqueza al extranjero. La Ley de Hidrocarburos prevé requisitos para la asignación de contratos que difícilmente cumplirían empresas nacionales (incluyendo al propio Pemex).
Muy pocas empresas mexicanas realizarían actividades en el sector con los perfiles requeridos. Unas pocas empresas –en su mayoría extranjeras– generarían utilidades, pero las transferirán a sus matrices en el extranjero.
Si los diputados y senadores que aprobaron esta legislación desconocen la historia de México y no sabían que las condiciones de marginación y dependencia, como las que aquí estoy advirtiendo, son justamente las que llevaron al estallido de la Revolución Mexicana de 1910, ¿acaso entonces también desconocen los errores de otros países?
Los desastrosos resultados micro y macroeconómicos en otros países debería ser suficiente razón para dar marcha atrás a esta reforma energética. Las consecuencias en todos los países donde se han implementado reformas como ésta son: aumento de la pobreza, pérdida de control gubernamental, desmantelamiento de la industria nacional, fuga de capitales, destrucción del patrimonio nacional (incluyendo el medio ambiente), intervención extranjera, entre otras consecuencias. Véanse los casos de: Nigeria, Kazajstán, Ceylán, Egipto, Irán, Libia, India, Paquistán, Chad, Camerún, entre otros³.
- El gasto público continuará destinándose mayoritariamente a gasto corriente. Aun cuando partes de esta legislación prevén destinar ingresos petroleros a fondos de inversión, estos fondos ocupan un bajo porcentaje de estos ingresos comparado con el porcentaje destinado a gasto corriente. Por lo anterior, el impacto de las inversiones seguirá siendo bajo.
- No se generará ahorro de largo plazo por ingresos petroleros y muy probable aumentará la deuda pública. Ello va en detrimento de nuestros hijos. Véanse las condiciones –prácticamente imposibles de alcanzar– en las que podría generarse ahorro de largo plazo de los ingresos petroleros previstas en la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo, así como las modificaciones a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Por su parte, la Ley General de Deuda Pública da autonomía de endeudamiento a Pemex, a lo cual recurrirá constantemente, pues no dispondrá de sus utilidades.
- No contribuirá a reducir la pobreza, y una vez agotado el petróleo, los niveles de pobreza pueden dispararse. Esta reforma podrá contener por algún tiempo el aumento en los niveles actuales de pobreza, en tanto el gobierno pueda continuar recargándose fiscalmente en Pemex. Sin embargo, a medida que la producción de Pemex decline y las multinacionales hagan efectivas las benévolas condiciones de sus contratos, el gobierno federal no dispondrá de más ingresos petroleros. Esa brecha presupuestal impedirá disponer de recursos para evitar que se disparen aún más los niveles de pobreza en el país.
- Se desaprovecharán recursos para atacar los determinantes estructurales de la pobreza en México. Esta reforma, al igual que el resto de la política económica y social del país, carece de mecanismos que ataquen los determinantes estructurales de la pobreza. La legislación secundaria no tiene una conexión con inversiones en la reducción estructural de la pobreza. A lo anterior se suma el debilitamiento de la industria nacional (proveedora de empleos), la incertidumbre de los precios de los energéticos para los sectores social y productivo, debido a que la fijación de precios quedará fuera del alcance regulatorio gubernamental, y de condiciones laborales precarias e inciertas para los trabajadores. La insostenibilidad financiera de los programas sociales será, entonces, el callejón sin salida en el que nos habrá metido esta reforma.
Estas consecuencias interactuarán en conjunto formando un círculo vicioso de baja producción de Pemex, transferencia de riqueza al exterior, baja inversión pública, insuficiente creación de empleos y debilitamiento del mercado interno, con lo que la presión sobre Pemex vuelve a aumentar, sosteniéndose una alta carga fiscal a Pemex, que le impedirá, nuevamente, aumentar su producción.