Los estrategas electorales de los aspirantes presidenciales saben el peso que las redes sociales tendrán en los próximos comicios del 12 de julio, pero algunos salen raspados con tácticas sucias y números alterados.
Regeneración, 02 de abril de 2018.- Los candidatos presidenciales de México están explotando su capital político al máximo en las redes sociales, sin embargo, para algunos no les es muy positivo para sus campañas, que incluso pagan para aparentar tener visualizaciones o eliminan las opciones de comentarios y el conteo de likes o deslikes.
Durante el arranque de campaña de los aspirantes en el canal de YouTube, el líder de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, obtuvo más de 36 mil vistas, más de 4 mil likes y sólo 47 deslikes.
El líder tabasqueño si permite un diálogo abierto de los cibernautas, al tener 760 comentarios en su cuenta, que lo hace diferente de los otros candidatos.
En el caso de la independiente Margarita Zavala, los cibernautas no les interesa darle like, pues con tan sólo 62 ciudadanos se lo han otorgado, mientras que 379 la han reprobado. Sin embargo, su contador le indica que más de 510 mil personas han visto su mensaje audiovisual, pero sólo tiene 294 comentarios.
Pero las estrategias digitales se pueden prestar para alterar los números y ese es el caso del priista de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, quien en su spot publicado el 1 de abril en la red social supuestamente ha reunido 5 millones 640 mil 749 vistas, más de 9 mil like sy 59 mil deslikes. Sin embargo, eso no se ve en la parte de los comentarios, pues nadie le ha enviado un solo mensaje.
El candidato que de plano se vio menos transparente, aunque pretendió ser el de mayor inteligencia, fue Ricardo Anaya, de la coalición Por México al Frente, quien desactivó los contadores de likes, deslikes y comentarios, sólo deja ver que supuestamente ha recibido 3 millones 304 mil 001 visualizaciones.
En México los estrategas electorales saben que el peso de las redes sociales pueden definir una elección federal y el caso más reciente lo demostró Estados Unidos y todo el escándalo que sigue surgiendo de los robos de datos en Facebook.