Taibo II, titular del FCE defiende colección de libros gratuitos y el compromiso con los derechos culturales de las juventudes
Regeneración, 4 de diciembre de 2025.– La FIL Guadalajara se ha convertido en una trinchera ideológica. Paco Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica (FCE), enfrentó las críticas.
El titular del FCE defendió su trabajo sin reservas ni matices. Denunció posturas de derecha que atacan la política cultural.
Taibo II fue cuestionado por la selección de autores en colecciones gratuitas. Se le señaló por la presunta falta de mujeres escritoras.
El director fue al grano: «No faltó incluir más mujeres», sentenció Taibo. Aclaró que los criterios de la selección fueron estrictos.
La polémica es parte de la política editorial del FCE. El director busca llevar libros a las zonas más apartadas. Su compromiso es con los derechos culturales de las juventudes. «Duele en el corazón Cortázar 25-25,» afirmó. Este es un proyecto de reimpresiones masivas de libros.
Manifestaciones Pro Palestina
Además, la FIL Guadalajara fue escenario de una enérgica protesta. Activistas propalestinos irrumpieron en el recinto ferial. El acto fue un llamado a denunciar la violencia en Gaza.
Los manifestantes portaban pancartas y banderas de Palestina. Exigieron el cese inmediato de los ataques militares. La tensión aumentó en los pasillos principales de la feria.
Respuestas y Reacciones
Las respuestas dentro del evento fueron variadas y polarizadas. Una parte del público aplaudió el activismo valiente. Manifestaron su solidaridad con el pueblo palestino.
Otra parte de asistentes mostró su desacuerdo con la protesta. Argumentaron que la feria no es lugar para política. La irrupción ocurrió cerca de foros políticos y presentaciones editoriales.
Polémicos y Antecedentes
La FIL Guadalajara arrastra un historial de debates ideológicos. La feria ha sido criticada por la invitación a figuras conservadoras. Invitados que promueven narrativas contrarias a la justicia social.
Un antecedente clave es la invitación de honor de 2013. En ese año, el país invitado de honor fue Israel. Aquello desató un fuerte debate interno y boicots.
La manifestación recordó a los asistentes la responsabilidad global. La cultura no debe ser ajena al dolor social, gritaron los activistas. «El silencio de la FIL es cómplice del genocidio,» vociferaron algunos.














