En esta región la casa es una parte fundamental de la cultura de un pueblo, pues tienen una arquitectura típica que tiene que ver con su modo de vida, también denuncian que se aprovechan de la situación para construir Zonas Económicas Especiales (ZEE).
Regeneración, 17 de octubre de 2017.- En Oaxaca, luego del sismo que devasto la región del Istmo de Tehuantepec, la respuesta inmediata del estado fue demoler las viviendas dañadas. En el municipio de Ixtaltepec, los vecinos denuncian que las demoliciones empezaron a sólo unas horas luego del terremoto. «El sismo fue alrededor de la media noche y al amanecer las máquinas ya estaban preparadas para empezar a demoler, sin ningún tipo de dictamen o peritaje», narra un vecino del municipio que prefiere no el anonimato por seguridad.
“Esta política de destrucción viene desde el gobierno federal, sin un peritaje serio. Ya lo dijo Peña Nieto: ‘Invité a mis amigos constructores que vengan a reconstruir’. ¿Quiénes son los amigos constructores de Peña Nieto? Pues no son los albañiles o ingenieros locales, ellos están conectados desde arriba. Entonces lo que necesitan estas empresas es que el territorio esté limpio para actuar. Es un gran negocio para las constructoras. La gente está asustada, está en choque y lo que el gobierno está haciendo es aprovecharse del temor de la gente”, aseveró el ingeniero Gerardo de Gyves Ramírez, integrante del Concejo Regional por la Reconstrucción de Nuestros Pueblos, el cual esta formado por organizaciones y vecinos del Istmo.
Los habitantes de Ixtaltepec entregaron el 15 de septiembre al Gobierno Federal una solicitud para que se haga publico el padrón de lo que el Estado está considerando un inmueble «damnificado». Pero hasta el momento, las autoridades se han resistido a hacer público ese padrón, así lo indica Subversiones.
El Concejo demanda que se haga un estudio serio de las viviendas y que se evalúen las condiciones reales para su reconstrucción.
ARQUITECTURA TÍPICA: UN MODO DE VIDA
“La casa es parte fundamental de la cultura de un pueblo. Tenemos una arquitectura típica que la propia gente del Istmo ha desarrollado por siglos. Son casas grandes, con grandes patios. La mayor parte de la vida la gente pasa en sus espacios libres, afuera de la construcción. Cambiar el modo de vivir es cambiar las costumbres. Dependiendo de cómo uno vive, así uno piensa. No piensas igual cuando vives en un departamento pequeño, cerrado, que cuando vives en una casa grande, con gran espacio verde, al aire libre, que sabes que tiene historia”, dice el ingeniero Ramírez.
Cabe resaltar que el Istmo de Tehuantepec es una región rica en cultura y tradiciones, resultado de los diversos grupos étnicos que habitan la zona (zapotecos, chontales, huaves, zoques, mixes, mixtecos, tzotziles y chinanteco). “El primer acto que debemos impedir es que borren la memoria colectiva”, dijo Jehú Pinacho, integrante del Grupo de Investigación Autónomo.
CONFORMAN CONCEJO CIUDADANO PARA IMPEDIR DEMOLICIONES
En Unión Hidalgo, los vecinos se unieron y conformaron el Concejo Ciudadano por la Reconstitución de Unión Hidalgo para impedir la destrucción de las casas. Hasta el momento el Estado ha realizado 100 demoliciones. , pues la brigada de trabajo detuvo 300 demoliciones de viviendas tradicionales. “Cuando percibimos la estrategia del gobierno, reaccionamos. Hay una brigada de arquitectos e ingenieros recorriendo Unión Hidalgo y haciendo laudos y concientizando a la población sobre la estrategia del gobierno”, dijo Carlos Manso, uno de los integrantes del Concejo.
También se unió el Concejo de Reconstrucción y Fortalecimiento del Tejido Comunitario de Ixtepec. «Nosotros nos conformamos como organización y empezamos a remover escombros y a reciclar material que están sirviendo para reparación de los caminos campesinos. Además, empezamos a visitar las casas con técnicos y de las que visitamos 70% son recuperables», dijo uno de los integrantes.
CON TARJETAS NO PODRÁN COMPRAR MATERIALES TRADICIONALES
Enrique Peña Nieto, anunció el 2 de octubre la entrega de tarjetas bancarias en las que se entregarán 6,478 dólares para los que tuvieron pérdida total de sus casas; y a quienes fueron catalogados como pérdida parcial recibirán 1,619 dólares. Después del anuncio, llegó una fila de tráileres cargados con materiales de construcción y una leyenda que rezaba: «En este establecimiento se acepta la tarjeta para compra de materiales».
La tarjeta representa un problema para diversas comunidades, por ejemplo las comunidades de la costa, donde las casas tradicionales están hechas de hojas de palma y madera, no podrán comprar material en las tiendas de materiales de construcción que están aceptando esta tarjeta.
Es importante tomar en cuenta que la ayuda para la reconstrucción debe ser distinta para cada una de las comunidades. “Nosotros, pueblos que vivimos a la orilla del mar (San Mateo del Mar está rodeado por agua; es una pequeña península, con aproximadamente 40 km de largo con 3 km de ancho, al sur el océano Pacífico y al norte un lago llamado mar muerto) tenemos necesidades distintas de aquellos que viven en suelos más firmes, como el centro de Juchitán, por ejemplo. Nosotros estamos en una región de terreno arenoso. No tenemos ningún laudo técnico, pero lo que vimos fue que, con el terremoto, el suelo hizo un movimiento hacia arriba y después un muy brusco para bajo. Muchas casas se hundieron y la gente no pudo abrir la puerta para salir. En otros lugares se abrieron grietas en la tierra y el agua empezó a brotar, incluso cuatro personas murieron tragadas por las grietas”, así lo relata Fernández. Entonces, “no se puede simplemente tratar todas las regiones, mismo que cercana una de la otra, de la misma forma”.
SE APROVECHAN DE LA SITUACIÓN PARA CONSTRUIR ZEE
El gobierno de México ha estado articulando la construcción de una ZEE justamente en la región del Istmo, cuya área de influencia abarca la zona afectada por el sismo. El contexto de desastre ha significado oportunidad para políticos y empresarios. El titular de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las Zonas Económicas Especiales, Gerardo Candiani, dos días después del sismo, consideró necesario acelerar el paso en el proceso de construcción de la ZEE en la región con la finalidad, según él, de reactivar los puntos afectados por la devastación que dejó el terremoto.