Hay familias completas, jóvenes y madres con sus hijos que piensan buscar en Estados Unidos la seguridad que México no les dio.
Regeneración, 16 de diciembre de 2017.- Más de 100 migrantes de Michoacán y Guerrero llegaron en menos de cinco días a Tijuana para pedir asilo al gobierno de Estados Unidos antes de que el crimen organizado los asesine.
De acuerdo con El Universal, los migrantes duermen a la intemperie, se dicen desplazados por la violencia que hay en sus estados y están a la espera de ser recibidos.
Las personas llegaron con maletas, bultos y cobijas hasta la entrada de la garita peatonal El Chaparral y se reunieron en la explanada del edificio del Instituto Nacional de Migración (INM), a unos metros de la puerta de acceso al puente que conduce a Estados Unidos.
Algunos llegaron en camiones desde sus pueblos, hay familias completas, jóvenes y madres con sus hijos que piensan buscar en EU la seguridad que México no les dio.
Un padre de familia originario de Apatzingán dijo que prefiere dejar su vida en el lugar donde nació a que un día el crimen organizado reclute y luego mate a su bebé.
“Es mentira que la violencia se fue. Pura balacera y balacera. “Luego ellos [los narcos] nomás se la pasan reclutando chamaquitos… mi niño, yo no quiero eso pa’ él”.
Hay personas que llegaron desde la Sierra o la Costa de Guerrero donde además de los desastres naturales también han sido víctimas del crimen organizado y buscan que en EU puedan reconstruir sus vidas.
Rubén Pérez, vendedor en el área de la garita peatonal El Chaparral, relató a El Universal que en los últimos días llega desde la una de la mañana, cargado de periódicos y escucha llorar a los niños, quienes intentan aguantar el frío y dormir.
“Deje usted los grandes, uno sabe a qué viene y si no, se aguanta, pero los chavitos qué culpa tienen; apenas alguien de aquí les fue a conseguir café, que les regalaron del Grupo Beta”, dijo.
En tanto, el delegado del INM en Baja California, Rodolfo Figueroa Pacheco, dijo que el Grupo Beta ofreció a los migrantes llevarlos a alguno de los albergues más cercanos, pero no quisieron ir.
“Les ofrecimos llevarlos a un refugio, pero no quisieron, y si el gobierno de Estados Unidos no los recibe, yo tampoco puedo impedirles el paso, son mexicanos”, dijo.
Con información de El Universal