Administración de Peña Nieto abandonó refinerías y ahora las deja morir

A lo largo de la gestión de Peña Nieto, Pemex no ha logrado salvar las refinerías que quedan de la petrolera y su producción han caído estrepitosamente.

 

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Regeneración, 21 de abril de 2018.- Aunque se ha invertido dinero en la recuperación de las refinerías de Pemex, esto no se ha traducido en una mayor producción y ahora la producción enfrenta el más bajo nivel.

Según una investigación de Reforma, las bajas inversiones en la refinería son las que determinan la caída de la petrolera.

En 2013, se invirtieron 29 mil 794 millones de pesos (mdp). Y para 2014, Pemex invirtió en refinación 39 mil 767 mdp pero así es la producción de petrolíferos se cayó a un millón 380 mil barriles diarios, es decir, 5 por ciento menor a 2013, que fue de un millón 450 mil barriles al día.

Sin embargo, las bajar producciones de aquellos años, no se comparan con las del 2017, cuando Pemex registró sus peores números en producción con 915 mil barriles diarios.

Cae aclarar que con estas cifras, se toman en cuanta todos los petrolíferos: gasolinas, diésel hasta turbosina y combustóleo que salen de las seis refinerías.

Y para el último año de la administración de Peña Nieto se tiene presupuestado un monto 10 por ciento menor, pues sólo se contemplan 14 mil 376 mdp.

Las reducciones en la partida presupuestal han provocado que algunos proyectos de inversión se queden sin recursos o se recorten.

Por ejemplo, desde 2017 ya no se presupuestó un peso para la refinería de Tula, en la que se hicieron diversos proyectos que incluyeron a Odebrecht y una serie de contratos amañados. Ahí Pemex prevé gastar 303 millones de pesos, cuando hace un año le destinó mil 912 millones de pesos.

Tampoco se destinó dinero para el tren energético de la refinería de Minatitlán, ni para un tren similar en la refinería de Cadereyta.

Lo terrible del caso es que se han destinado millones de pesos del presupuesto público sin un plan específico de desarrollo, lo que deriva en trabajos a medias que no resultan productivos; es decir, en lugar de sacar dinero, se pierde.

Los proyectos que sí mantiene son el poliducto de Tuxpan y terminales de almacenamiento, además de coinversión residual de la refinería de Salamanca, en Guanajuato.

Lo peor del caso es que actualmente hay una alianza por anunciar entre la petrolera y una empresa privada para que opere la refinería, y donde no se han especificado los términos del negocio.

Vía Reforma