Con una extensa nómina de trabajadores eventuales, muchos de ellos aviadores, Óscar Argüeyes presionó a Muñoz Ledo para mantenerse como titular de Comunicación Social en la Cámara de Diputados. En el fondo se encuentra la opacidad del presupuesto, revela Proceso
Regeneración, 6 de octubre de 2018.- Óscar Argüeyes Dorantes, quien se mantuvo como coordinador de Comunicación Social de la Cámara de Diputados durante seis años en la Cámara de Diputados, habría sido el artífice de las presiones y amagos que, durante al menos tres semanas, recibió el presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo, ante el relevo que se vio venir con la victoria de Morena en las elecciones del 1° de julio.
La edición 2188 que se puso en circulación este día del semanario Proceso, revela, a través de la reportera Jesusa Cervantes, el coto de poder que mantiene todavía Argüeyes Dorantes en San Lázaro, razón por la cual hizo hasta lo imposible por evitar su salida.
El lunes 15 de octubre también quedarán vacantes tres importantes áreas en el recinto legislativo: Secretaría General, Servicios Parlamentarios y Servicios Financieros. Argüeyes Dorantes buscó por todos los medios mantenerse inamovible en el cargo de coordinador de CS, sin éxito, a pesar de que Muñoz Ledo fue tajante al solicitar su renuncia desde septiembre.
Jesusa Cervantes detalla que Argüeyes «tuvo bajo su mando cinco direcciones, siete subdirecciones y, de manera excepcional, una dirección administrativa a cargo de Rafael Márquez, quien elabora las listas de los llamados freelancers, cuyos emolumentos los cubre la oficina de pagos que depende de la Secretaría de Servicios Administrativos y Financieros.»
Lo que se encuentra de fondo es la intención de auditar y limpiar una de las áreas que maneja más recursos en la institución. La reportera recuerda que Óscar Argüeyes llegó a la dirección del área con el aval de Jesús Murillo Karam, cuando éste fungía como presidente de la Mesa Directiva, en 2012.
De acuerdo con información obtenida por el semanario, la Mesa Directiva a cargo de Muñoz Ledo tiene sobre su escritorio el análisis de la nómina de trabajadores eventuales o freelancers ante el señalamiento de la existencia de aviadores, es decir, personas que cobran sin trabajar.
Los pagos de esa nómina oscilan entre los 9 mil y los 65 mil pesos al mes por persona, y en conjunto sumaron más de 3.5 millones de pesos tan sólo en julio 2016, para tener luego un repunte hacia los 5 millones en un mes tan peculiar como julio de 2018, justo en medio de las elecciones y de un receso legislativo. Curiosamente, a la llegada de Morena la nómina de freelancers bajó a 1.5 millones de pesos.
#Proceso2188 En San Lázaro, jaloneos con Muñoz Ledo por la Coordinación de Comunicación Social / un reportaje especial de @jesusaproceso https://t.co/mS1hWNT0wV
— Proceso (@revistaproceso) 7 de octubre de 2018
A continuación reproducimos un extracto del reportaje especial de la edición 2188 de Proceso, en circulación desde hoy.
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En San Lázaro, jaloneos con Muñoz Ledo por la Coordinación de Comunicación Social
La llegada de Morena al recinto de San Lázaro generó escozor en sus pilares administrativos. Provocó renuncias adelantadas que, a partir del lunes 15, dejarán en el limbo a tres de sus áreas centrales: la secretaría general, la de servicios parlamentarios y la de servicios financieros.
El sacudimiento morenista fue más fuerte de lo esperado. Alcanzó a Óscar Argüelles Dorantes, coordinador de Comunicación Social, quien durante seis años se mantuvo inamovible.
Durante tres semanas, golpes bajos y peticiones de apoyo emanaron de las oficinas de Comunicación Social, en un vano intento de doblar al presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo. El propósito era aplazar la remoción para después de la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, el 1 de diciembre.
Desde la primera semana de septiembre, Muñoz Ledo decidió ubicar a gente de toda su confianza en el complejo organigrama de comunicación y auditar la gestión de los seis años de Argüelles, empezando por un riguroso análisis de las listas de empleados free lance y sobre las cuales pesa la sombra de “aviadores”.
Argüelles intentó desmentir su inevitable relevo. Primero lo hizo con Proceso, el 19 de septiembre y luego con la reportera Claudia Salazar de Reforma, quien el día 28 reveló la tajante exigencia que le hizo Muñoz Ledo para que presentara su renuncia. En paralelo, el Comité de Administración canceló contratos millonarios de monitoreo “en tiempos del Estado” y en medios de comunicación, a la par que hacía números para recortar el presupuesto de la Coordinación de Comunicación Social para 2019.
Comunicación ¿otra pista de aterrizaje?
Óscar Argüelles llegó a San Lázaro el 12 de septiembre de 2012 como propuesta del PRI y avalado por el entonces presidente de la Mesa Directiva, Jesús Murillo Karam. A partir de entonces ocupó el cargo y tuvo bajo su mando cinco direcciones, siete subdirecciones y, de manera excepcional, una dirección administrativa a cargo de Rafael Márquez, quien elabora las listas de los llamados free lance, cuyos emolumentos los cubre la oficina de pagos que depende de la Secretaría de Servicios Administrativos y Financieros.
Proceso tuvo acceso a listas de pagos mensuales al personal free lance correspondientes a los meses de julio y agosto de 2016, julio y agosto de 2017, julio-septiembre de 2018 entregados a la Mesa directiva de la Cámara de Diputados ante la presunción de que incluía los nombres de los llamados “aviadores”; es decir, gente que cobra pero no trabaja.
Los documentos muestran el pago bruto, la retención de impuestos y los cobros netos, tan dispares, que oscilan entre 9 mil 734 pesos con 30 centavos y 65 mil 98 pesos con 13 centavos.
Consultado al respecto el 20 de septiembre, Argüelles admitió que la coordinación contrata free lance cuando hay sesiones de comisiones, del pleno y reuniones legislativas diversas. Sin embargo, aclaró que los pagos son 8 mil a 28 mil pesos cuando más y que todos los nombres que aparecen en sus listas “trabajan, no son aviadores”.
Se le mostraron algunas de las listas, dijo, tajante: “Son falsas”.
En los documentos consultados por Proceso aparecen pagos a 141, 159, 142, 156, 170 y 142 personas durante los meses de julio y agosto, justo cuando la actividad legislativa baja de manera considerable por tratarse de periodos de receso parlamentario.
Los pagos mensuales resultan elevados. En julio de 2016, por ejemplo, la nómina de los free lance fue de 3 millones 679 mil 609 pesos. Al mes siguiente se elevó a 4 millones 337 mil 522; en julio de 2017 se mantuvo en 4 millones 401 mil pesos, y en agosto subió a 4 millones 836 mil pesos.
En julio de 2018, pasadas las elecciones del 1 de julio –en las que Morena arrasó– y en pleno receso legislativo la Cámara de Diputados contrató a 170 free lance; la nómina se elevó a 5 millones 77 mil 369 pesos.
Y en agosto, aún en receso, pero en los preparativos para acreditar a los nuevos 500 diputados federales, la nómina llegó a 4 millones 353 mil pesos con 142 personas contratadas.
Y ya con la llegada de Morena, la Coordinación de Comunicación Social bajó considerablemente: sólo se contrató a 65 personas y las erogaciones fueron de 1 millón y medio de pesos.