«Sigue dando clases, sigue acosando chicas», denuncia joven abuso de profesor

Él era mi maestro, «me pidió llevar la relación sin decirle nada nadie ni siquiera a mis amigos, muchas veces me pedía escapara con él en mis horarios de clases.”
Desde que comenzó a impartir clases en distintas instituciones de Nivel Medio Superior,hace más de 10 años, Eduardo «N» ha mantenido relaciones sexo-afectivas con sus alumnas, refiere Laura.
El caso de Laura no fue el unico pues dede que comenzó a dar clases, Eduardo «N» acosaba a sus alumnas

Por Pita Ramírez y Selene Bazán 

Regeneración, 22 de marzo del 2019.“Laura” tenía 15 años cuando ingresó al COBAEM Plantel 50, Hueypoxtla en Santa María Ajoloapan, Estado de México, donde conoció a su maestro de Artes Plásticas Eduardo “N” con el que comenzó una relación .

Desde el inicio, ésta se basó en manipulación, tal como narró a Regeneración la afectada, a quien por seguridad cambiamos el nombre .

Fue durante toda su estancia en dicha institución y después de su egreso, que ella y el profesor mantuvieron, en secreto, una relación.

“Él me pidió llevar la relación sin decirle nada nadie ni siquiera a mis amigos, muchas veces me pedía escapara con él en mis horarios de clases”, recuerda Laura.

La llevaba a un motel donde por medio del chantaje la obligaba a tener relaciones sexuales. Cuando Laura se negaba, él se molestaba. En la escuela, el maestro le pedía que lo tocara incluso la obligó a tener relaciones sexuales en la sala de profesores.

“Me pedía que fuera vestida de alguna lencería para tener relaciones con él”, explica.

Sin embargo, esta no era la única forma de violencia de la que fue víctima Laura, pues su agresor también la violentaba emocionalmente pues se burlaba de su físico.

Laura se enteró que Eduardo “N” mantenía relaciones amorosas con otras alumnas de la escuela pero cada vez que lo enfrentaba, el maestro negaba las acusaciones y luego ponía a las chicas contra ella.

La madre de Laura descubrió los mensajes que intercambiaban su hija y el profesor, y con ello la relación y los maltratos que sufría. Le pidió que denunciara al hombre, pero las amenazas que él había sembrado en la la alumna la atemorizaban.

Ella se negó a actuar contra su agresor, quien la manipulaba diciéndole que hacerlo significaría no volverlo a ver. Además de que si alguien en la escuela se enteraba la buena reputación de Laura terminaría.

Su madre enfrentó al sujeto y éste le aseguró que quería una «relación estable» con  su hija. Le dijo que era soltero pero tiempo después la joven descubriría que estaba casado y que tenía dos hijos, uno de ellos de la misma edad que Laura.

Cabe señalar que antes ella no sabía sobre la existencia de su familia, pues le decía que vivía con su abuelita.

«La relación siguió, pero las cosas empeoraron entre él y yo, era muy manipulador, siempre me mentía y le molestaba que nos vieran juntos, aunque eso sí, le gustaba tener el control de lo que yo hacía en la universidad, con quién me juntaba, qué era lo que hacía, me hice muy dependiente de este tipo y me hacía sentir culpable de lo mal que estábamos en la relación», describe Laura.

En 2018, Laura recibió un mensaje en que se le advertía que dejara de «difamar» a Eduardo «N», el que supuestamente fue enviado por la esposa del agresor, según le confesó el profesor a la joven.

EL MISMO MODUS CON SIETE CHICAS MÁS

Laura se acercó a las chicas con las que, en algún momento, su agresor la había enfrentado, y descubrió que con al menos 7 chicas más había realizado el mismo abuso.

«Una chica me enviaba con otra y otra, así hasta que logré juntar a siete chicas que mantuvieron relaciones con él tanto sexuales y amorosas y su modus operandi era muy parecido al que tuvo conmigo.»

Esto la motivó a levantar una denuncia (TOL/FSP/107/076691/18/04) pero la falta de tacto de las autoridades, sumado con la distancia que la denunciante tenía que recorrer desde su municipio de origen hasta Tlalnepantla, no permitieron darle seguimiento al caso.

Sólo dos de las chicas con las que Laura compartía esta experiencia de violencia decidieron ser sus testigos.

Luego pidió apoyo psicológico en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Plantel Xochimilco, donde pudo enfrentar la violencia de la que había sido víctima.

«Me dijeron que mi denuncia era considerada como delito menor y que me trasladarían a Tlalnepantla.»

SIGUE DANDO CLASES, SIGUE ACOSANDO CHICAS

Actualmente Eduardo «N» radica en Zumpango, Estado de México, como refiere Laura, donde sigue impartiendo clases, sigue conviviendo con jóvenes.

Se dedica a impartir talleres en una casa de cultura del mismo municipio, hasta donde el padre de Laura acudió para advertir de las actitudes del ex profesor de su hija.

Sin embargo, las autoridades del lugar tildaron la denuncia como «un acto de despecho» en contra de Eduardo «N».

Laura confesó a este medio que su principal intención es difundir los actos de Eduardo «N» para que no vuelva cometer abuso con ninguna joven que esté cerca de él.

Por lo que ha realizado distintas campañas para informar sobre la verdadera identidad de este hombre que, afirma, no da la cara ni en redes sociales, donde cuenta con varias identidades.

«Se las da de ser un tipo con ideales de «izquierda» y super buena onda. Lo que casi nadie sabe, más que las que tuvimos la desdicha de conocerlo, es que es un maldito mentiroso, asqueroso y manipulador».

Tras su acercamiento a la UAM, Laura ha podido generar redes de apoyo para denunciar a Eduardo «N», el profesor que perturbó su vida durante mucho tiempo.

Con Información de la periodista Pita Ramírez