Amazonia brasileña presenta 38 mil 228 focos de incendio que son visibles desde el espacio. Ambientalistas critican políticas de Bolsonaro que defiende la explotación de la selva tropical
Regeneración, 21 de agosto del 2019. Brasil registra 72 mil 843 incendios, de los cuales más de la mitad están en la selva amazónica.
Según información del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), del total de siniestros, un 52. 5 por ciento están consumiendo la selva amazónica.
El INPE señala que este número es 80 por ciento mayor en relación con el mismo periodo del 2018.
Grupos ambientalistas culpan al gobierno del presidente Jair Bolsonaro por el aumento de la deforestación.
Señalan que el mandatario ha relajado los controles en el país.
Incluso hace solo unas semanas, el jefe del INPE fue despedido después de una discusión con Bolsonaro sobre los datos de deforestación.
Según los cálculos del organismo, de los focos de incendio registrados hasta el 18 de agosto, 38 mil 228, es decir el 52.5 por ciento, fueron detectados en estados de la Amazonia.
Emergencia ambiental
La extensión de los incendios en la región ha obligado a algunos estados amazónicos, como Amazonas y Acre, a declarar situación de emergencia ambiental.
El denso humo multiplica las enfermedades respiratorias y afecta hasta el tránsito aéreo. Incluso este lunes 19 de agosto, la cudad de Sao Paulo se vio oscurecida.
La ciudad brasileña se vio envuelta en una gran nube de humo que, entre otros fenómenos, hizo que a las tres de la tarde la ciudad “se hiciera de noche”.
Los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná, así como Sao Paulo, la mayor ciudad del país, fueron afectados por la extensión de una intensa humareda procedente de los incendios.
Deforestación de los hacendados
El aumento de los incendios y su probable relación con la deforestación promovida por los hacendados recrudeció las críticas a Brasil.
El país amazónico es blanco de señalamientos debido a las políticas medioambientales del presidente derechista Jair Bolsonaro.
Según un informe del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), la tasa de deforestación de la selva amazónica creció 66 por ciento en julio del 2019.
Sin embargo, según el INPE, esa tasa llega al 278 por ciento, según sus proyecciones.
El aumento de tala de árboles en el pulmón verde del planeta ha llevado a Noruega y Alemania a suspender partidas destinadas al Fondo Amazonia.
Este fondo está dedicado a la protección ambiental en Brasil y del que ambos países son los principales patrocinadores.
Sin embargo, tras las críticas recibidas, Bolsonaro insistió en defender la «soberanía» de Brasil sobre la Amazonia.
Enseguida le pidió a la canciller Ángela Merkel a usar los fondos para «reforestar Alemania» y reprochó a Noruega por «matar ballenas» y «extraer petróleo del Polo Norte».
Desde que llegó al poder, el pasado 1 de enero, Bolsonaro ha propuesto un giro radical en política medioambiental.
Uno de sus elementos pasa por la defensa de la explotación de la selva tropical, la legalización de la minería en las reservas indígenas y la reducción de la fiscalización en áreas protegidas.