Cabeza de Vaca sobresalió entre la pléyade de líderes estudiantiles del Consejo Nacional de Huelga (CNH) por su tesón y valentía
Por: Anuar I. Ortega Galindo
Regeneración, 27 de septiembre de 2019. Acaso soy el único que escucha en la radio unos spots del Instituto Nacional de Accesos a la Información Pública (INAI) en donde dice que están liberados los archivos del 68, y sin embargo las tachaduras continúan, algo aquí está desfasado.
A propósito del tema de la amputación de información en los documentos históricos en pos de la protección de datos personales les comparto la ficha de filiación elaborada por la Dirección Federal de Seguridad (la policía política del régimen mexicano durante buena parte del siglo XX) de Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca líder de la Escuela de Agricultura de Chapingo un 27 de septiembre de 1968, hace ya medio siglo.
Cabeza de Vaca sobresalió entre la pléyade de líderes estudiantiles del Consejo Nacional de Huelga (CNH) por su tesón y valentía. El 18 de septiembre logró escapar de Ciudad Universitaria cuando el ejército tomo las instalaciones a bayoneta calada. Se refugió en un poblado rural a las afueras de la Ciudad de México, mantuvo un perfil muy bajo semejante al de la clandestinidad porque la Judicial y la Federal le seguían los pasos. Fue detenido luego de que Ayax Segura Garrido (infiltrado de la DFS en el CNH) denunciará su ubicación.
Un operativo policíaco de gran envergadura rodeó la humilde vivienda y al grito de o sales o entramos por ti fue detenido, entonces Tomás Cervantes Cabeza de Vaca fue llevado a madrazos a la Dirección Federal de Seguridad y luego trasladado al campo militar número uno en donde fue víctima de tortura física y psicológica.
En el recinto militar armaron todo un escenario quirúrgico en donde simularon castrarlo, le hicieron una incisión en el escroto y con un trapo mojado hicieron correr sobre sus piernas líquido simulando el sangrado por la extirpación de los testículos.
También simularon fusilarlo: lo pusieron en el paredón con los ojos vendados, llegó un pelotón de fusilamiento y a la orden de “fuego” recibió la descarga con balas de salva. Lo molieron a golpes pero ni así lograron doblarlo ni que declarará contra sus compañeros, Luego fue devuelto al Palacio Negro en donde lo apandaron hasta que el 2 de octubre por la mañana lo sacaron a la fajina, igualmente a madrazos hicieron que borrará con la lengua un mensaje injurioso contra el presidente Díaz Ordaz, que por supuesto no había escrito. El mensaje en la pared de la celda decía que el presidente era un «AZEZINO», que chingara a su madre y que su padre era «CABESA de BACA».
Más tarde como a las 10 de la noche fue entregado al ejército que nuevamente lo llevó al campo militar número uno, en donde compartiría junto con los otros detenidos en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, sus compañeros de aventura, con los que había marchado codo a codo, con los que había disfrutado de la experiencia de la libertad ahora le tocaba compartir la experiencia del autoritarismo despiadado que buscaba a toda costa arrancarles declaraciones que configuraran la existencia de una conjura comunista internacional.