El presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó además este sábado a la oposición a instalar una mesa de diálogo en busca de la pacificación del país
Regeneración, 9 de noviembre de 2019. El presidente boliviano Evo Morales, reitera su denuncia de que en Bolivia se está gestando un «golpe de Estado», compareció ante la prensa por primera vez desde que este pasado viernes comenzaran a amotinarse unidades de la Policía.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó además este sábado a la oposición a instalar una mesa de diálogo en busca de la pacificación del país.
En una comparecencia en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, convocó al diálogo a los partidos que lograron representación parlamentaria en las elecciones del 20 de octubre.
Las fuerzas políticas que alcanzaron esta representación fueron el gubernamental Movimiento al Socialismo de Morales, proclamado vencedor por el órgano electoral.
#Bolivia se levantó el pueblo que defiende a Evo en El Alto. Vean escuchen, los que intentan el golpe de Estado juegan con fuego, la gente acá no dejará que la derecha avance. #ElMundoConEvo pic.twitter.com/ENTMoXh1bL
— Marco Teruggi (@Marco_Teruggi) November 10, 2019
Además a los opositores Comunidad Ciudadana, el Partido Demócrata Cristiano y Bolivia Dice No.
El jefe de Estado hizo este llamamiento «con una agenda abierta a debatir para pacificar Bolivia», en una «reunión inmediata» durante esta misma jornada,
para «instalar una mesa de diálogo».
El objetivo, añadió el mandatario, «es preservar la vida y buscar la unidad».
Morales instó a los policías a cumplir con la Constitución, «es su misión», para garantizar la seguridad ciudadana.
El presidente reclamó a los comandantes policiales a que demuestren su compromiso y hagan «cumplir con las normas, (…) con su rol que otorga la Constitución».
Morales insistió en que las movilizaciones tienen que «evitar sangre» y ni la Policía ni las Fuerzas Armadas «pueden mancharse con al sangre del pueblo».
Un nuevo ‘macho’ para incitar a la oposición contra Evo Morales
Los enfrentamientos entre Policía, opositores y simpatizantes del gobierno en Bolivia dejan tres muertos, miles de heridos y pérdidas de hasta 800 millones de dólares
La estrategia de confrontación esta dirigida por Luis Fernando Camacho.
El presidente del Comité Cívico de Santa Cruz se ha convertido en el líder de las protestas por testosterona que por ideas.
Su empeño de llevar una carta de renuncia para Evo Morales hasta el palacio presidencial le han alzado como el nuevo referente opositor.
Sus 11 horas bloqueado en el aeropuerto de El Alto ante las protestas de los seguidores gubernamentales le hicieron viral.
Él representa la línea dura frente a lo que grupos opositores consideran la «tibieza» de Carlos Mesa, segundo candidato más votado en las elecciones.
El «Macho Camacho» con el que le animan a este abogado y empresario perteneciente a la burguesía agroindustrial cruceña es una buena muestra de ello.
Su irrupción se ha llevado por delante la petición de una segunda vuelta y la violencia ha tomado posiciones en las calles.
El miércoles se vivió una de las jornadas con mayores altercados con manifestaciones en torno al aeropuerto que mantuvieron encerrados a numerosos pasajeros.
«Tenemos que hacer, como Pablo Escobar y anotar los nombres de los traidores»
Las acciones violentas van más allá de los enfrentamientos.
Dirigentes de ambos bandos denuncian presiones, vigilancias y amenazas en aquellas zonas en las que son minoría.
Intensa actividad del volcán Popocatépetl, ceniza en CDMX https://t.co/WpamPG54tm vía @regeneracionmx
— Regeneración (@RegeneracionMx) November 9, 2019