No tienen lápidas, ni ataúdes. No hay cajas con recuerdos de los juguetes y fotografías.
Restos de 800 bebés y niños pequeños de edades entre dos días y nueve años fueron hallados en la fosa
Los registros de defunción locales muestran que los niños, en su mayoría bebés y niños pequeños, murieron durante los años 1926 y 1961 las causas de muerte que figuran incluyen»enfermedades, deformidades y nacimientos prematuros.»
Un conteo completo de los cuerpos aún no se ha hecho, y no se sabe aún si los investigadores encontrarán más cuerpos.
Regeneración, 4 de junio 2014.-Casi 800 esqueletos de niños fueropn descubiertos al lado de un antiguoc onvento católico de Tuam, Iralnda, que albergó entre 1925 y 1961 a jóvenes madres solteras.
Estos recién nacidos fueron probablemente enterrados secretamente por monjas del Convento Santa María, gestionado por religiosas del Buen Socorro.
William Joseph Dolan, familiar de un niño que estuvo en esa institución, interpuso una querella para entender lo que ocurrió en esa época.
La fosa común fue descubierta en 1975 por los vecinos, que hasta ahora creían que los huesos eran de víctimas de una hambruna en el siglo XIX, en la que murieron cientos de miles de personas.
El convento fue derribado hace años para construir casas, pero la zona donde estaba la fosa común fue cuidada por los vecinos.
St. Mary era uno de los muchos hogares para madres e hijos que existían en Irlanda en el siglo XX. Miles de mujeres solteras embarazadas, tildadas entonces de «perdidas», fueron enviadas a dar a luz a estos hogares.
Las mujeres vivían en el ostracismo de la sociedad irlandesa, y a menudo las obligaban a dar a sus hijos en adopción.
Los problemas de enfermedades y malnutrición en esos centros están documentados desde hace tiempo. Un informe oficial de 1944 sobre una visita al convento Santa María de Tuam describía a los niños como «débiles, de vientre abultado y esqueléticos».
Los registros del convento recientemente descubiertos confirman que los 796 niños murieron de hambre o de enfermedades infecciosas, como el sarampión o la tuberculosis.
La doctrina conservadora católica de la época negaba a estos niños el bautizo y, en consecuencia, el entierro en campos santos.
Tras conocerse el origen de los cuerpos, fue formado un comité para recaudar dinero y levantar un monumento con los nombres y edades de los 796 muchachos.
El arzobispo de Tuam, Michael Neary, dijo que se reunirá con las superioras de la orden del Bien Socorro para ayudar con la tarea.
Por su parte, el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, se mostró partidario de investigar los hogares irlandeses para madres solteras.
«Si no se abre una investigación oficial sobre las inquietudes sin resolver sobre los centros para madres e hijos, sería importante acometer un proyecto de historia social para tener una idea exacta del papel de los centros en la historia de nuestro país», afirmó Martin.
Un secretario de Estado de Educación, Ciaran Cannon, pidió que se abra una investigación. El consejo de ministros abordará el tema en su próxima reunión.
Este descubrimiento recuerda otro escándalo, que implica igualmente a madres solteras en Irlanda.
Entre 1922 y 1996, más de 10,000 muchachas trabajaron prácticamente como esclavas en lavanderías explotadas comercialmente por religiosas católicas en conventos en Irlanda.
Las internas, conocidas como las Magdalene Sisters, eran jóvenes embarazadas fuera del matrimonio o que habían tenido un comportamiento considerado inmoral.
En 2002, un filme francobritánico basado en ese caso y titulado The Magdalene Sisters fue premiado en el Festival de Venecia con el León de oro, el máximo galardón.