Antidepresivos como fluoxetina y escitalopram reducen las sustancias que producen inflamación cuando el sistema inmune intenta protegerse del covid-19
Regeneración, domingo 7 de febrero, 2021. Los antidepresivos reducen la inflamación que produce el covid-19 en el cuerpo y podrían evitar que la enfermedad empeore hasta el punto de necesitar intubación. Por Dante García Berlanga, @limpicatto.
Así lo descubrió un equipo de investigadores que publicó el 4 de febrero un artículo en la revista científica Nature. De acuerdo con los científicos los antidepresivos podrían disminuir el peligro de intubación e incluso muerte por la enfermedad causada por el SARS-CoV-2.
Se trata de medicamentos que se utilizan para tratar el trastorno depresivo mayor, como la fluoxetina, la paroxetina y el escitalopram. Éstos reducen los niveles de las sustancias que producen inflamación cuando el sistema inmune intenta protegerse del ataque del coronavirus.
Ya se conocía la relación entre los antidepresivos y la reducción de los niveles de inflamación en el organismo, pero no se conocía la relación entre éstos y el covid-19.
El psiquiatra francés Nicolas Hoertel, realizó el estudio en treinta y nueve hospitales de París y 345 pacientes. Éstos recibieron una dosis de antidepresivo 48 horas antes de que ingresaran al hospital o después de ser intubados. El 84.4 por ciento fue expuesto a un solo antidepresivo, y el 15.8 por ciento recibió más.
Los antidepresivos y la inflamación
En entrevista para Aristegui Noticias, Hoertel dijo que los antidepresivos, de manera individual, «están asociados con la reducción del riesgo de ser intubado».
«Pero hubo otros que no del todo», agregó. Entre los que demostraron ser más eficaces están aquellos basados en la inhibición selectiva de la recaptación de serotonina (ISRS), como la fluoxetina.
El propósito de los antidepresivos ISRS es aumentar los niveles de serotonina en el cerebro; un neurotransmisor al que se le relaciona con el control de las emociones y el estado de ánimo.
Además, algunos de ellos tienen un efecto directo y significativo en los mecanismos de acción de un receptor que se llama sigma-1. Este receptor es una proteína que posee efectos antivirales, la cual está presente en varios tejidos de nuestro organismo, incluido el cerebro. De ahí que tenga que ver también con la severidad con el que ataca el SARS CoV-2.