El Salvator Mundi fue adquirido en una subasta de 2017 por el heredero al trono saudí Mohamed Bin Salman por 450 mdd al creer que se trata de una obra de Leonardo Da Vinci
Redacción
Considerada la obra más cara de la historia, Salvator Mundi, una obra que plasma a Jesucristo de joven y que presuntamente fue creada por Leonardo Da Vinci a petición de una princesa ha caído en el descrédito luego de que un estudio en el Museo del Prado aceptara que no hay pruebas suficientes de que la pieza fue hecha por el maestro florentino.
En Leonardo y la copia de la Mona Lisa del Museo del Prado, un catálogo elaborado por la institución española, da a conocer los resultados de una investigación en torno a la famosa obra cuya copia se encuentra en sus instalaciones, en el índice final de dicho libro se ubica al Salvator Mundi como una “obra atribuible al taller o autorizadas y supervisadas”. Con ello acepta que el cuadro pudo no haber sido creado directamente por Da Vinci sino por alguno de sus discípulos que trabajaban en su taller y que emulaban el estilo del Maestro.
En las páginas del catálogo, González Mozo dice: “Hay especialistas que piensan en un prototipo (de Salvator Mundi) hoy perdido y otros que consideran que la discutida versión de Cook -la vendida en subasta en 2017- es la original”.
Por otra parte un portavoz del museo explicó a la agencia española EFE que la leyenda de “atribuido” es “la fórmula académica para reconocer que hay un debate sobre la autoría de una obra”, una discusión “en la cual el Prado no tiene ninguna posición”.
Cuatro años después de su venta el cuadro sigue causando sensación y exceptisimo pues de ser original, se trataría del único cuadro del renacentista en manos privadas.
El príncipe heredero de Arabia Saudita Mohamed Bin Salman adquirió secretamente el cuadro durante una subasta organizada por Christie´s en Nueva York, su destino sería el Louvre Abu Dhabi, pero hasta el momento no sé sabe si se expondrá, un hecho que los restauradores lamentaron.
En tanto se resuelve el misterio de su autoría algunos críticos sin demasiadas pruebas imaginan que el “último Leonardo” será utilizado como un arma política por el príncipe saudí.