Las cicadas, un volumen de cuentos protagonizado por mujeres, más que centrarse en los conflictos sobre identidad y género aborda los conflictos y las respuestas que se producen en los seres humanos cuando enfrentan sus pasiones y delirios
Martha Rojas
RegeneraciónMx.– “Nada humano me es ajeno, en el sentido de que si retratas a un asesino y sigues su historia terminas por identificarte con él”, explica en entrevista con RegeneraciónMx la escritora y editora Yael Weiss a propósito de la publicación de Las cicadas (Elefanta, 2021), un libro de cuentos en el que la autora, más que la identidad femenina, explora las pasiones de los seres humanos.
La dependencia absoluta al alcohol, los hilarantes deseos de una mujer mayor hacia los hombres jóvenes o una niña que no está conforme con el rol femenino que le toca desempeñar plagan las 164 páginas que constituyen el volumen de Las cicadas y que llega dos años después de la publicación de Hematoma (2019) y el mismo año (2021) en que las cicadas (chicharras) salen del letargo.
“El título del libro evoca una parte de mi niñez, la nostalgia por la metamorfosis, el que piensas que eres y el que te conviertes. Hace algunos años viví en la costa de Estados Unidos, y cada 17 años las cicadas salen de la tierra, donde permanecen por 17 años, toda la superficie de las costas está cubiertas de este insecto, es espectacular, hacen un ruido increíble en un espectáculo efímero. Durante 17 años permanecen debajo del suelo y cuando salen su vida es un momento de intensidad en el que tienen muy poco tiempo para alcanzar la adultez, reproducirse y finalmente, morir”, explica la autora a propósito del título Las cicadas, en el que más que al insecto, evoca la metamorfosis que ocurre y el tiempo que pasa para tenerla.
A Yael le gustan las transformaciones, le desagrada quedarse estancada en un solo cajón. Quizá es por eso que las etiquetas sobre la identidad y el deber ser no van con ella.
Aunque reconoce que las protagonistas de los cuentos, son mujeres, a propósito, niega que los problemas que padecen sean incondicionalmente femeninos y plantea que Las cicadas puede leerse como un compendio de las pasiones humanas.
“Por ejemplo a Charles Bukowski no se le pregunta por qué sus héroes son masculinos o tampoco nos preguntamos por qué Kafka y todos los autores a los que se les atribuye en su literatura un compendio de la condición humana, tienen en héroes masculinos. No creo que al hablar de literatura tengamos que preguntarnos si es masculina o femenina”, señaló Weiss, quien declina pensar en que sus escritos partan expresamente de una teoría de género.
“Pienso en el género con cierto conflicto porque cuestiono la identidad, creo que hacer cajoncitos en donde todas las mujeres podamos caber es muy complicado. Los feminismos que buscan una mayor igualdad y romper con los estereotipos, algo con lo que estoy completamente de acuerdo, me parecen, al mismo tiempo, muy dogmáticos porque buscan un ideal de mujer que no existe, por naturaleza somos contradictorias. Existe un libro de Étienne de La Boétie sobre la servidumbre voluntaria y explica que nos sometemos al otro voluntariamente porque la libertad es demasiado difícil y es un poco la contradicción de las mujeres, queremos ser dominantes, pero al mismo tiempo queremos protección”, agregó.
Las cicadas aborda el conflicto y la respuesta que se produce en las personas cuando exploran situaciones de dolor, duda, confrontación o peligro, un análisis desde la oscuridad y la claridad que pueden convivir armoniosamente en las personas.