El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, rindió su 4to Informe de Gobierno… pero plagado de mentiras y actitudes soberbias frente a las autoridades educativas y las mujeres.
Por Melissa Cornejo
RegeneraciónMx, 9 de noviembre de 2022.- El pasado domingo 6 de noviembre, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, presentó su Cuarto Informe de Gobierno ante el Congreso estatal, mismo que según medios que cubrieron el evento, fue interrumpido en al menos cinco ocasiones por asistentes, activistas y legisladores de oposición, pues como ya es costumbre, el mandatario presentó cifras falsas y mintió sobre el manejo de temas sensibles durante su administración.
Podría dedicar mi columna entera a hacer un recuento de las mentiras presentadas por Enrique Alfaro el domingo pasado, sin embargo, me limitaré a tan sólo brindar un breve contexto a los lectores, pues considero más oportuno ir al fondo del asunto e intentar darle una explicación a este que parece haberse convertido en un rasgo característico: insultar la inteligencia de la gente presentando cifras maquilladas, sin el más mínimo pudor.
Entre las cifras maquilladas y los discursos tramposos, destacaría el cinismo de Alfaro para asegurar que la violencia y la inseguridad se reducen en Jalisco, mientras que sólo reconoce el 6% de las 315 muertes de mujeres de enero a agosto; decir que la cifra de desaparecidos en el estado es de 13 mil 690 cuando en realidad asciende a 15 mil 027; asegurar que este año había atendido 718 manifestaciones, y al mismo tiempo, burlarse de la gente que estaba protestando a escasos metros suyos, a la vista de todos, y enviarles besos a las feministas; y por último, pero no menos grave, burlarse del rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva, quien terminó por abandonar la sala luego de que Alfaro dijera que el próximo año tampoco habrá recursos para el Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad.
Una vez más, el gobernador de Jalisco nos deja con más preguntas que respuestas, y la salida fácil sería llegar a la conclusión de que considera que los jaliscienses somos tontos y no nos daremos cuenta de sus cifras falsas, sin embargo, creo que hay una explicación un tanto más siniestra detrás de su actuar, pues no se traduce únicamente en cinismo puro y duro, sino que nos puede dar a entender que pretende manipular al electorado repitiendo mentiras una y otra vez, hasta que la gente termine por aceptarlas como verdades y así rescatar su carrera política.
¿Qué quiero decir con lo anterior? Lo explicaré en palabras simples y lo respaldaré con un fenómeno social: el efecto Woozle. El término fue popularizado entre investigadores de ciencias sociales por Beverly Houghton en 1979, y desde entonces ha sido utilizado para explicar situaciones en las que, ya sea por una mala lectura, por falta de contexto o por tergiversar cifras de forma deliberada, se logra que una idea se dé como cierta, de modo que, este hecho sostenido en el tiempo, termine por convertir esa idea en un hecho irrefutable.
Puede ser que el efecto Woozle dé sustento a la voz popular que reza que una mentira repetida mil veces termina por convertirse en una verdad, sin embargo, para mala suerte del mandatario jalisciense, en este caso hay mucha gente dispuesta a desmentir cada una de sus cifras. Cada mentira podrá repetirla mil veces, pero llevará más de mil ecos jaliscienses detrás.