Tengamos confianza en el pueblo
El momento que estamos viviendo como país no es una simple crisis, es una verdadera decadencia que abarca todos los órdenes de la vida nacional. En 27 años se desmanteló la economía, no ha habido crecimiento ni bienestar social; hoy atestiguamos la demolición de las instituciones, la corrupción de la clase política, la crisis de las instituciones y una descomposición social nunca antes vista.
A partir de esa premisa, Andrés Manuel López Obrador sostiene que el cambio que requiere México no sólo es político y económico, también debe ser social, cultural y de valores. El Presidente Legítimo, advirtió que no se encontrará una salida a la tragedia actual ni como pueblo ni como nación, si persiste la política económica neoliberal que sólo ha favorecido a las grandes empresas y a la gente más rica del país. Por ejemplo, explicó, “mientras la mayoría de los mexicanos están inmersos en una crisis económica, pérdida de empleos, caída de las remesas, y crece la violencia y la inseguridad en todo el territorio nacional, en 2009 los banqueros obtuvieron ganancias hasta por 50 mil millones de pesos. En el peor año económico para millones, Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según la revista Forbes, aumentó su riqueza en casi 20 mil millones de dólares”.
El verdadero cambio no vendrá de arriba –aseguró López Obrador, quien recorre el país para impulsar comités de base-, sólo podrá llevarse a cabo con una participación ciudadana que democratice las estructuras públicas y deje de alimentar a los potentados y a sus monopolios. Este régimen de opresión, de corrupción y privilegios, no tiene ninguna posibilidad de mejoría para los mexicanos.
El plan de Calderón falló y la violencia se ha desbordado; 18 mil muertos son prueba de ello. Deben atenderse las causas que originan la inseguridad, como la falta de bienestar y de fuentes de trabajo. Estos años ha caído la inversión en educación y desarrollo social, mientras el gobierno gasta millones en seguridad y en publicidad.