La menopausia inició por una casualidad pero luego continuó apareciendo llevada por la oportunidad que les dio a las mujeres para cuidar de sus nietos.
Regeneración, 19 de febrero de 2016.- Transferir nuestros genes a la siguiente generación es el proceso clave en la evolución que ocurre a través de la solución natural. Pero, ¿por qué las mujeres de repente cesan de tener sus periodos cuando tienen al menos un tercio de sus vidas por delante? Esto al parecer no tiene sentido, y por ello se ha llamado a la cuestión un “Rompecabezas de Darwin”, un aspecto de la biología que parece estar en contradicción con la selección natural.
Existen muchas hipótesis que compiten para tener la respuesta pero hasta ahora no hay solución. En un nuevo estudio, publicado en Biology Letters, se evaluaron y combinaron dos de las hipótesis principales para conseguir algo nuevo. Ahora se sugiere que la menopausia inició por una casualidad pero luego continuó apareciendo llevada por la oportunidad que les dio a las mujeres para cuidar de sus nietos.
Teorías en competencia
Todos estamos familiarizados con el tópico de los bochornos y los sudores nocturnos que vienen con la menopausia, que usualmente nos hace imaginarla como una simple característica más de la raza humana. Pero para algunas otras especies, como las ballenas asesinas y algunos elefantes asiáticos el patrón de una vida reproductiva posterior también atraviesan por esta situación.
Existen muchas hipótesis que se oponen acerca de porqué la menopausia evolucionó de repente. En los humanos, algunos han argüido que es porque los hombres prefieren mujeres más jóvenes, mientras que otros sugieren que esta le da a las mujeres una ventaja sobre sus poderosas suegras. Sin embargo, las dos hipótesis más comunes e importantes son que o bien la menopausia habilitó a las mujeres para poder cuidar de sus nietos, o que simplemente es un juego de la naturaleza.
En la hipótesis de las abuelas, las mujeres pueden obtener beneficios al detener su reproducción mucho antes de que mueran ayudando a cuidar por sus hijos o nietos existentes, en lugar de “producir más” lo cual ayuda a sus descendientes a sobrevivir. Alternativamente, otros beneficios pudieron haber llegado al hacerse cargo del cuidado de los niños, haciendo que sus hijos (los padres de sus nietos) pudieran tener más descendencia de lo que habrían podido sin su ayuda. Esto, ya que ambos, tanto sus hijos como sus nietos, llevan sus genes.
Otros trabajos previos, han sugerido que los hombres que se quedan en casa con sus madres, mientras sus hijas se dispersan en nuevos grupos , puede fomentar la menopausia en una madre alterando el número de familiares que la rodean mientras envejece. Consideremos a una mujer ancestral que abandona su hogar para entrar en otra familia. Al principio no tiene ningún familiar en su nueva tribu, pero conforme envejece sus hijos se quedan en su tribu, se casan, y comienzan a tener hijos. Entonces se encontraría rodeada de familiares y de los beneficios de dejar de tener hijos para ocuparse de sus nietos y así ayudar a sus hijos.
Por otro lado, la hipótesis restante sugiere que no había ningún beneficio de adaptación con la menopausia. Entonces, ¿cómo puede evolucionar un rasgo si no hay ningún beneficio? La respuesta, de acuerdo con la idea opuesta es que la mejor opción para un animal es terminar con todo su potencial de reproducción y cuidado de los niños cerca incluso del tiempo de su muerte. Sin embargo, justo de la misma manera en que las piezas de un coche funcionan con ritmos diferentes, algunas partes del cuerpo pueden llevar a cabo diferentes tareas también a diferentes ritmos.
También es posible que nuestros antepasados no vivieran lo suficiente como para experimentar la menopausia como nosotras.
Pero estas dos hipótesis presentan problemas a su vez. La hipótesis de las abuelas está basada en a oportunidad de dar cuidado a los descendientes y esto no siempre ocurre (como cuando toda la descendencia se va lejos de la madre). Y en el otro lado, la hipótesis opuesta no parece explicar por qué las hembras son incapaces de tener hijos periodos de tiempo más largos. Después de todo, todas las hembras que llegan hasta la edad adulta experimentarán la menopausia en vez de algunas que morirán antes, y algunas después de que cesen de reproducirse, como lo predice la variación aleatoria.
Se utilizó información de los árboles evolutivos –que muestran las relaciones evolutivas entre un grupo, para probar estas hipótesis. Por ejemplo, ya que la teoría de la no coincidencia afirma que la creciente longevidad causó la menopausia, podemos ver diferentes especies para ver si las más viejas son más propensas a experimentar la menopausia. También se comparó cómo es que patrones dispersos (hembras viviendo con l familia de sus parejas) se relacionan con la menopausia con la misma información.
De esta manera podemos mirar a un número de factores asociado con cada teoría y compararlos con lo que ocurrió en realidad. Los resultados de esta aproximación sugieren que ambos mecanismos han tenido influencias.
Una vez que existe un periodo de menopausia en una especie, la tendencia de los hijos de permanecer en casa sí es un beneficio para las hembras. La hipótesis de las abuelas afirma que los periodos más largos de la menopausia se desarrollarán durante los períodos en que las hembras viven lejos de su lugar de nacimiento que es exactamente lo que se encontró en los datos. Hay algunas pruebas de que esto a su vez conduce a una proporción más grande de tiempo de vida útil reproductiva, y también conduce a una mayor proporción de la población que experimenta la menopausia.
Por lo tanto, la nueva investigación une las ideas que competían previamente para dar un orden en la que las dos ideas actúan bajo un escenario que se ha llamado «Orígenes no adaptativos seguido de bricolaje evolutivo».
Con información de IFLS.