La gente es capaz de realizar múltiples y simultáneos cambios profundos en sus vidas, según investigaciones recientes. «Hemos subestimado esta capacidad», dicen expertos.
Regeneración, 28 de marzo de 2016.- Una investigación realizada en la Universidad de Santa Bárbara demostró que la gente es capaz de múltiples y simultáneos cambios profundos en la vida. Los participantes en el estudio fueron analizados en una variedad de factores como actividad física, y niveles de colesterol y triglicéridos, capacidad de mejorar la memoria, y comprensión de lectura, entre otros. También se les hizo análisis de resonancia magnética cerebral para estudiar las áreas conocidas por estar asociadas a un cierto rango de funciones cognitivas.
El trabajo de los investigadores de la Universidad de Santa Bárbara sugiere que podríamos estarnos exigiendo muy poco con base en nuestras capacidades.
“Expandiendo los límites: Plasticidad cognitiva, afectiva y neuronal revelada en una intervención multifacética intensiva” es el nombre del artículo publicado esta semana en Fronteras de la Neurociencia Humana, sugiere fuertemente que hemos subestimado nuestra habilidad de cambiar nuestras vidas para mejor.
Michael Mrazek, director de investigaciones del Centro para la plenitud de la mente potencial humano de la Universidad de Santa Bárbara California, y autor del artículo, dice que el estudio de seis semanas en el cual se basa el artículo demuestra que es posible mejorar significativa y simultáneamente varios ámbitos como la fuerza, la resistencia, flexibilidad, rendimiento, capacidad de atención, la autoestima, la atención y la satisfacción con la vida.
“Parte de lo que distingue este trabajo es que descubre muchas mejoras en muchos ámbitos, particularmente en casos en que los efectos son muy profundos”, explicó Mrazek. Efectos de gran tamaño significa que los resultados fueron significativos no sólo estadísticamente sino también indicadores de cambios substanciales. “Muchos de estos efectos fueron muy amplios, más amplios de los que tiendes a encontrar en estudios que se concentran en observar una sola cosa.
En el estudio, 31 estudiantes fueron reclutados para un programa de cambio de estilo de vida intensivo: 15 participaron en la intervención y 16 estuvieron en la lista de espera del grupo de control. Los que estaban en la intervención permanecieron en ella cinco horas al día cada día de la semana por seis semanas. Con ello, hicieron 2.5 horas de ejercicio físico, (incluidos yoga y pilates), una hora de práctica de atención plena, y 1.5 horas de lectura o discusión sobre temas como dormir, nutrición ejercicio, lectura, atención plena compasión, relaciones y bienestar. Se les sugirió limitar su consumo de alcohol a una bebida al día, ingerir una dieta de alimentos integrales y dormir entre 8 y 10 horas al día.
Durante este estudio a los participantes se les hicieron pruebas en una variedad de factores, incluyendo la resistencia física, niveles de colesterol y triglicéridos, capacidad de la memoria, comprensión de lectura y más. También pasaron por estudios de resonancia magnética. Los descubrimientos neuronales ayudaron a entender y contextualizar los demás resultados significativos.
Por ejemplo, los participantes hicieron mejoras dramáticas en su capacidad para concentrarse, su comprensión de lectura, y su capacidad de memoria. Así que observamos los datos de imágenes neuronales para entender qué estaba pasando en las redes cerebrales para permitir que estos cambios ocurrieran.
Los resultados fueron reveladores y muy claros, incluso seis semanas después de la intervención los participantes continuaron mostrando mejorías en todas las áreas. “Predijimos que la intervención llevaría a cambios sustanciales en la salud, habilidades cognitivas y bienestar, pero no sabíamos cuanto iban a durar más allá del entrenamiento. Así que fue sorprendente que aún sin contacto ni apoyo los participantes mantuvieran mejoras significativas en el seguimiento a esas seis semanas.
“Determinar exactamente porqué estos cambios fueron posibles requerirá futuros estudios, señaló Mrazek, pero se sospecha que cada área de mejoramiento refuerza a las otras. “Recientes estudios sugieren que es más efectivo hacer dos o más cambios simultáneamente, especialmente cuando esos cambios se refuerzan entre sí. Es más fácil beber menos café si se duerme mejor. Nuestra intervención extendió esta lógica ayudando a la gente a hacer más progresos en muchas maneras, lo que puede crear una espiral ascendente cuando un cambio apoya al otro,” dijo el investigador.
Mrazek dice que el pensamiento convencional sobre cambiar los hábitos se enfoca en trabajar sobre solamente uno a la vez. También así se hace ciencia la mayor parte de las veces: manipulando una sola cosa y observando el efecto. Él y su equipo sin embargo, decidieron tomar otra aproximación. “Se nos ocurrió que los cambios en las personas no ocurren en un vacío. Queríamos ver cuanto del cambio es posible si ayuda a alguien a mejorar en varias dimensiones de la vida simultáneamente.”
El estudio podría tener aplicaciones más allá del campus. Aunque los sujetos eran estudiantes de universidad no eran especialmente extraordinarios de ninguna forma. “La gente mostró esfuerzo en diferentes retos, incluidas algunas con enfermedades mentales y limitaciones físicas”, dijo. “Se necesita más investigación para saber si estos resultados pueden abarcar otras poblaciones pero podría haber programas modelados de manera similar para integrarse en otros campos como la medicina, la educación u otros servicios sociales.
Estudiantes en diversas escuelas podrían beneficiarse especialmente de programas similares a los de la intervención del estudio. Muchos estudiantes pasan casi todo el día en la escuela por 10 o más de sus vidas, observó. “Nuestra intervención fue intensiva al pasar seis semanas con estos participantes, pero no es nada en comparación con el tiempo que los niños pasan en la escuela. Si futuras investigaciones pudieran mostrar similares beneficios entre niños de secundaria o preparatoria entonces programas multifacéticos como el nuestro podría ayudar a lo niños a avanzar en sus prioridades tanto académicas como de bienestar.
En el otro lado del espectro de edad, las personas jubiladas también podrían beneficiarse de un programa que les ayudara a entrar a sus nuevas fases de vida. “Mi intuición es que estas cosas pueden ser útiles en cualquier etapa de vida.” Hay una gran oportunidad para la gente de que al terminar con su vida laboral puedan tener aún décadas de vida para disfrutar. Tienen tiempo, sabiduría y en muchos casos muchos recursos para contribuir al mundo. Podría esto ayudarles a alejarse de la degeneración cognitiva y a encontrar una nueva forma de vida que les lleve a un mejor estado en la edad adulta? Creo que si, y es algo que queremos conseguir en un futuro con esta investigación.
Jonathan Schooler, autor en jefe del artículo y profesor del Departamento de Ciencias Psicológicas y del Cerebro, y director del Centro de atención Plena y Bienestar, también observó que la investigación tiene relevancia tanto científica como social. “Este trabajo permite a la sociedad demostrar una ruta hacia delante que permita mostrar el potencial de las personas, y a la ciencia dilucidar mecanismos del cerebro que puedan potenciar las cualidades latentes.
Por último, dijo Mrazek, le gustaría que el estudio sirviera de fuente para el optimismo. “Me gustaría que esta investigación sirviera para crear una sensación de posibilidad, y quizá incluso de expectativas, sobre cuanto es posible para alguien conseguir mejorar su propia vida.” Aunque confiesa que aún no se tienen todas las respuestas. “si estos resultados pueden ser alentadores, creo que incluso estamos frente a una vista previa de lo que podría conseguirse a través de futuras intervenciones que hagan dialogar los avances continuos tanto en ciencia como en tecnología, dijo.
“Los límites de lo que una persona es capaz de cambiar en su propia vida son básicamente una frontera inexplorada para la comprensión científica.”
Traducido de: Science Daily.