La Coordinadora Nacional denuncia imposición de nueva apoderada legal del Sindicato en Zacatecas, la maniobra habría sorprendido incluso a grupos institucionales, el madruguete también se repitió en Chihuahua.
Regeneración 17 de julio de 2016.-Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) rechazaron el nombramiento de Soralla Bañuelos de la Torre, apoderada legal del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y diputada federal por Nueva Alianza, como secretaria general de la sección 34 de Zacatecas, de quien dijeron: tiene cómo único mérito ser parte de una cúpula sindical profundamente corrupta.
Para la designación de Bañuelos, se usaron métodos usuales de separación pues el jueves, durante la sesión del Comité Ejecutivo Nacional, un grupo de porros reventó el congreso seccional donde la disidencia magisterial presumía tener la mayoría de votos.
Maestros de base y delegados efectivos al 25 congreso extraordinario de la sección 34, afirmaron que Soralla Bañuelos, quien participó en las mesas de negociación de los acuerdos entre el SNTE y la Secretaría de Educación Pública para modificar la implementación de la reforma educativa, no es maestra. Tiene título de abogada, pero nunca ha dado clase. Su imposición incluso tomó por sorpresa a las corrientes institucionales, pues ni siquiera aparecía como delegada al congreso.
En entrevista por separado, líderes de la CNTE destacaron que la imposición de dirigentes institucionales sin “ninguna legalidad ni legitimidad es una práctica charril de años en el sindicato”.
Recordaron que con “caciques sindicales como Jesús Robles Martínez, los charrazos se daban a balazos; con Carlos Jonguitud Barrios, fueron a golpes; con Elba Esther Gordillo, con desaparecidos y asesinatos –como el del profesor Misael Núñez Acosta–, y con Juan Díaz de la Torre [líder del SNTE] se perpetúa el esquema gansteril”.
Enrique Enríquez Ibarra, dirigente de la sección 9 del magisterio disidente, afirmó que “siempre que tienen la de perder, los charros hacen lo que sea necesario para imponer dirigentes antidemocráticos y corruptos”.
Al respecto, Francisco Bravo, ex dirigente disidente de la sección 9 e integrante de la dirección política de la CNTE, destacó el caso de los maestros de la Ciudad de México, quienes en 2009 “vivimos un charrazo que fue impugnado ante las instancias sindicales y laborales correspondientes, sin que hasta la fecha se permita un proceso democrático para la elección de nuestros representantes”.
Iván Alejandro Ixtlahuaca, profesor de primaria en la región de Fresnillo, Zacatecas, destacó que Soralla Bañuelos es conocida por su cercanía con Juan Díaz y el gobernador electo, Alejandro Tello, pero sin mayor arraigo en la labor educativa, pues desconocemos en qué nivel y escuela ha laborado.
Por ello informó que por acuerdo de 280 delegados efectivos al congreso, que no fueron convocados a su elección, se impugnará el proceso ante las instancias sindicales y laborales. Soralla Bañuelos –dijo– no tienen ninguna legitimidad, pues fue electa violando todos los estatutos sindicales.
Pero el esquema no sólo pasó en Zacatecas, y es que en Chihuahua, más de 200 integrantes del Movimiento Resissste de Ciudad Juárez y otros municipios abandonaron la elección de nuevo dirigente en la sección octava del SNTE debido a que la única planilla que fue registrada para participar fue la llamada Unidad, formada por el grupo oficial del sindicato, y rechazaron el registro de dos más, entre ellas Dignidad, con maestros de la CNTE.
Tras la salida de los disidentes, encabezados por Froy Lara y Juan Morua, la sección octava votó de manera apresurada por Rosa María Hernández como nueva dirigente.
En tanto, profesores de Chiapas y Michoacán afirmaron que por acuerdo de sus asambleas estatales mantendrán las acciones de protesta en sus estados, pese a la conclusión del ciclo escolar. Al respecto, dirigentes magisteriales confirmaron que este 19 de julio se realizará una marcha de la Normal Superior a Gobernación, mientras el 21 de julio se movilizarán de la Plaza de las Tres Culturas a la sede de la dependencia federal.
Vía La Jornada