Paul Allen es más conocido por crear Microsoft junto a Bill Gates en 1975, y se le atribuye el nombre original. Y lo que es más importante, logró el trámite que convertiría a Microsoft en un gigante de la tecnología
Regeneración, 15 de octubre 2018.– Es un día triste para el mundo de la tecnología, ya que el cofundador de Microsoft, Paul Allen, murió a la edad de 65 años debido a complicaciones del linfoma no Hodgkin. El pionero de la tecnología había estado lidiando con el cáncer durante años y recibió tratamiento para él en 2009, pero anunció que había regresado el 1 de octubre. Deja atrás a su hermana y no tuvo hijos. Su influencia, sin embargo, probablemente se sentirá durante mucho tiempo.
Es el más conocido por crear Microsoft junto a Bill Gates en 1975, y se le atribuye el nombre original. Y lo que es más importante, logró el trámite que convertiría a Microsoft en un gigante de la tecnología: lideró un acuerdo para comprar el Sistema Operativo Rápido y Sucio de Tim Paterson en 1980, ayudando a su compañía a conseguir un acuerdo para suministrar DOS para las primeras PC de IBM. Solo era un empleado de pleno derecho hasta 1982, pero permaneció en el consejo de la empresa hasta el año 2000 y se le pidió que continuara como asesor ejecutivo más allá de eso.
Sin embargo, ese es solo el comienzo de su influencia. Fue un inventor con 43 patentes estadounidenses bajo su nombre y fue uno de los inversores más destacados del mundo de la tecnología. Él, sin ayuda, respaldó a SpaceShipOne de Burt Rutan, fundó la empresa de transporte espacial Stratolaunch Systems y creó Viulcan Aerospace para que los viajes espaciales fueran más accesibles. Ha adquirido participaciones controladoras en el gigante de cable Charter y Ticketmaster, y su equipo de Vulcan Capital ha invertido en numerosas empresas nuevas. No todo su trabajo en tecnología fue recibido con los brazos abiertos: se mostró molesto cuando Interval Licensing demandó a grandes porciones de la industria tecnológica por supuestas violaciones de patentes por conceptos aparentemente básicos como búsqueda y ventanas emergentes.
Sin embargo, también tuvo un efecto más allá de la esfera de la tecnología habitual. Fundó los Institutos Allen de Inteligencia Artificial, Ciencia del Cerebro y Ciencia Celular para el avance de la informática y la medicina, y el Grupo Paul G. Allen Frontiers ha respaldado los conceptos de biociencia de vanguardia. La exploración ha sido un foco importante, incluida la financiación de Alien Telescope Array de SETI y las múltiples misiones de recuperación de naufragios. Ha respaldado iniciativas ambientales y anti-ébola. Y, por supuesto, la huella cultural de Allen cobra una gran importancia: era propietario de Portland Trail Blazers y Seattle Seahawks, en parte propiedad de Seattle Sounders y estableció el Museo de la Cultura Pop, entre otras hazañas.
Es demasiado pronto para decir cómo el paso de Allen afectará a sus muchas organizaciones. Sin embargo, hay pocas dudas de que continuarán mucho después de esto. Y como Steve Ballmer observó en un tributo, Allen era una «persona maravillosa, brillante e inspiradora». El mundo de la tecnología será más pobre sin él.
— Paul Allen (@PaulGAllen) 15 de octubre de 2018