AMLO Presidente, por Carmen Aristegui

La contundencia con la que AMLO triunfó en las urnas lo coloca como la principal fuerza de izquierda de América Latina y coloca a México ante los ojos del mundo.

 

Por Camen Aristegui| El Norte

Regeneración, 08 de julio de 2018.- Hoy (06 de julio de 2018) se cumplen 30 años de la jornada electoral en la que se desafió al sistema imperante y se estuvo en la antesala de romper la hegemonía del partido de Estado y lograr la primera alternancia que pudo haber abierto la puerta a la democracia mexicana.

El sistema se llevó al límite. Se impuso a Salinas de Gortari y se impidió la llegada de Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia de México.

Hoy la sociedad mexicana ha dado un paso definitivo y contundente. Con una votación apabullante, no dejó espacio ni para el fraude.

¿Qué viene hoy para México? ¿Qué se puede esperar de un Gobierno que llega con un apoyo sin precedente?

Hace algunos años, Andrés Manuel López Obrador contestó preguntas sobre lo que se hizo y se dejó de hacer por la democracia en México.

Durante una conversación que se incorporó al libro «Transición» (Grijalbo), se le preguntó a quien poco tiempo después estaría jugando por segunda ocasión por la Presidencia: «¿Qué vive México, Andrés Manuel? ¿Una democracia, un Estado fallido, una democracia imperfecta… qué?».

Su respuesta fue amplia, clara y precisa. Retrata, de cuerpo entero, lo que debemos esperar de él, ahora que ha llegado a la Presidencia.

Contestó lo que ha dicho no una, sino mil veces. Habló de lo que es su principal definición y la razón por la cual ha buscado el poder por décadas. Vencer en el terreno de la política a los grandes poderes que se han apropiado del Estado mexicano y han despojado a la sociedad de todo aquello a lo que tiene derecho. En aquella y otras ocasiones, López Obrador ha dicho de qué se trata esta historia.

«No existe democracia», decía en aquella entrevista. «No existe, no hay democracia en el País. Hay una gran simulación… Yo te diría que vivimos en una dictadura encubierta, dominada por una oligarquía. El concepto de Estado fallido es muy simplista porque el Estado no es fallido, lo que sucede es que está secuestrado por los oligarcas… Yo te diría, como corolario, que nosotros tenemos el propósito de derrotar a la oligarquía en el terreno político para devolver el poder al pueblo».

López Obrador explicaba: «Al momento que hay un grupo que se queda con todo, que se apropia de todo, genera desequilibrio. No hay ya un Gobierno del pueblo para el pueblo, sino uno que está condenando, sí, a la mayoría de los mexicanos a la supervivencia, al destierro».

Andrés Manuel tendrá que hacer uso de inteligencia, firmeza y una buena dosis de osadía para cumplir lo que ha prometido y desmontar todo aquello que tiene aprisionado al Estado mexicano. La sociedad le entregó una tina llena de oro en legitimidad y capital político para que haga lo que tenga que hacer en representación de todos.

La fuerza de lo que ocurrió el 1 de julio radica, precisamente, en la apuesta de México por la vía pacífica, democrática y por un cambio de ruta. La ruta que eligió es la que propone López Obrador.

El nombre del juego hoy es tratar de interpretar las claves que deja el López Obrador pausado, que tranquiliza, que abraza y se reconcilia con aquellos a los que, apenas ayer, llamaba mafiosos o minoría rapaz. Saber también qué significado les damos a los mensajes de apoyo de quienes hicieron todo para que no llegara a la Presidencia y hoy se vuelcan en elogios. ¿Serán esos mismos poderes los que ayudarán a transformar al régimen oligárquico del cual forman parte y son beneficiarios directos?

La estatura que adquirió López Obrador después de tan impresionante triunfo lo coloca como la principal figura de izquierda o de centro izquierda de América Latina y coloca a México como uno de los principales focos de interés a nivel internacional.

La contundencia del triunfo en estas elecciones es algo que no se ve todos los días. Todo mundo observa. Se trata de descifrar cómo será ese nuevo Gobierno. Quién es y de qué está hecho este hombre que aplastó en las urnas y que ha prometido transformar radicalmente el régimen de un país como México.

¿Podrá México, bajo el liderazgo de Andrés Manuel, lograr la transformación de un régimen oligárquico y corrupto en otro de definición social y democrática? No hay duda de que ése es el mandato de las urnas. México tiene que hacer todo para lograrlo.