Aunque Anaya salió a decir que no cree en los ‘pactos cupulares’, así es como ha construido su carrera política, consideró Salvador García Soto.
Regeneración, 01 de mayo de 2018.- La carrera política de Ricardo Anaya, más que un asunto de elección popular se debe a pactos de la cúpula política, consideró el columnista de El Universal, Salvador García Soto.
Luego de que Anaya saliera a desmentir que estuviera a punto de pactar con Peña Nieto para detener a Andres Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, el queretano dijo que el no cree en “pactos cupulares” para acceder al poder. “Pero que pretenda hacernos creer que no ha utilizado esos acuerdos cupulares para ascender políticamente, es casi un mal chiste”, escribió García Soto.
“Para decirlo claro: Anaya es gran orador y polemista, pero nunca fue un político de masas. Su única campaña en busca de votos, en 2000 por el distrito XIV de su natal Querétaro, la perdió 7.4% de los votos contra 62% del candidato del PRI”.
Su “éxito”, se debe a que fue apadrinado primero por Francisco Garrido Patrón, ex gobernador de Querétaro, luego traído al gobierno Federal por Felipe Calderón. Ya en el escenario nacional, obtiene la diputación plurinominal gracias a las cúpulas del PAN en 2012.
Más tarde, con el visto bueno de Gustavo Madero y Los Pinos, y por “negociaciones cupulares entre Villareal y Beltrones”, es designado presidente de la Cámara de Diputados, pese a su nula experiencia parlamentaria.
“Apoyado por Gustavo Madero, llega a la presidencia nacional del panismo y desde ahí desconoce al chihuahuense (Madero), al negarle la coordinación de los diputados del PAN. Ricardo estaba ya en la cúpula y desde ahí trazaría su ruta impecable hacia la candidatura presidencial”, argumenta García Soto.
Ahora, las encuestas colocan a Anaya como el segundo lugar en las preferencias electorales, y maneja dos versiones de lo que quiere hacer, por un lado, ante empresarios, se dice dispuesto a pactar con Peña Nieto y el PRI para ganar a AMLO. Por el otro lado, dice al público que rechaza los “pactos cupulares”; una total contradicción para lo que es y lo que ha hecho.
Vía el Universal.