El Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que las armas de “Rápido y Furioso” han estado presentes en las matanzas de Tlatlaya, Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Ciudad de México.
Regeneración 28 de mayo de 2016.- Entre 2009 y 2011, el Gobierno de Estados Unidos alrededor de 2 mil 500 armas fueron introducidas de manera ilegal al País; desde entonces y hasta la fecha se ha comprobado que las armas han estado involucradas en derramamiento de sangre en diferentes enfrentamientos.
Las armas han estado presentes en al menos 69 asesinatos violentos en Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Ciudad de México y otros nueve estados del País, revelaron documentos del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Según los documentos, de las 94 armas de fuego que formaron parte del fallido operativo y que pudieron ser recuperadas por autoridades, 20 fueron identificadas como “implicadas” en hechos violentos.
Rápido y Furioso fue iniciada por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATE por sus siglas en inglés) de Estados Unidos planteaba la posibilidad de vender armas a presuntas bandas criminales y dejarlas pasar hacia la frontera mexicana para poder rastrearlas y darles seguimiento, pero varias fueron robadas y cayeron en manos de cárteles de las drogas.
De las 2 mil 500 armas que se repartieron se ha comprobado que participaron en por lo menos cinco matanzas en territorio mexicano.
De estas armas, un fusil fue recuperado en Tlatlaya, Estado de México, donde el 30 de junio fueron presuntamente ejecutados 22 civiles a manos de elementos del Ejército.
El 22 de mayo de 2015 se recuperaron otros dos fusil 7.62 mm luego de un tiroteo en el Rancho El Sol, en Michoacán, donde murieron 42 presuntos integrantes de un cártel y un elemento de la Policía Federal.
El 7 de agosto del año pasado, un fusil de 7.62 mm se encontraba entre las cinco armas de fuego recuperadas en Parral, Chihuahua, de un vehículo robado abandonado en el que se encontraron tres acribillados.
El 29 de enero de 2013, un fusil de 7.62 mm fue incautada en Hostotipaquillo, Jalisco, tras relacionársele con el asesinato del jefe de la Policía Municipal, Luis Lucio Astorga y su escolta.
En enero de este año se recuperó un rifle .50 en un escondite de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, en los Mochis, Sinaloa.
Vía Animal Político.