En el debate sobre la conquista y lo que hay qué celebrar el 12 de diciembre, conocido como el Día de la Raza o el día en el que llegó Cristóbal Colón a América.
Regeneración, 12 de octubre de 2016.- En el Ayuntamiento de Madrid colocó una bandera indígena en el balcón de la Junta del distrito Centro durante este 12 de diciembre; la bandera es una wiphala, conocida en su denominación original como Qulla Suyu, bandera utilizada en procesiones o actividades reales por los incas.
El concejal del Distrito Centro de Madrid, Jorrge García Castaño, quien colocó la bandera en respuesta a una petición de colectivos latinoamericanos de su distrito y explicó que su intención es apoyar la inclusión de las personas que viven en Madrid.
“Mientras más madrileños se sientan incluidos en los símbolos de la ciudad, será más democrática”, dijo.
Para García Castaño la medida es pura inclusión, “igual que el día del pueblo gitano colgamos una bandera del pueblo gitano, y que cuando colgamos una bandera del orgullo gay, celebramos el Año Nuevo de Bangladés o las noches del mes de Ramadán”.
Con esta medida, no se retiran las banderas que la ley establece que deben ondear en los edificios públicos, ni tampoco “hay intención de juzgar ni revisar la historiografía de España”.
Pero mientras el concejal considera el gesto como un asunto democrático y de inclusión, otras voces se escucharon.
Esperanza Aguirre, líder del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid reaccionó colgando una bandera de España a lo largo de toda la fachada de la sede de su partido, y ha calificado la medida de “cosas raras”.
Además, en un tono entre jocoso y despectivo, en un vídeo difundido en redes sociales, Aguirre se ha referido a la wiphala como “esa banderita que por lo visto es la bandera indígena”.
Por otro lado, Begoña Villacís, portavoz en el Ayuntamiento de Madrid de Ciudadanos, un pequeño partido de centro derecha, ha pedido a las autoridades del gobierno municipal que “dejen sus complejos a un lado y respeten la fiesta de la Hispanidad”. Villacís argumentó que “no se puede cambiar ni reescribir la historia” y solicitó al gobierno municipal que “deje de dividir y de mirar al pasado”. Con ironía se preguntó: “Si lo próximo va a ser el acueducto romano, por aquello del Imperio romano, o la Mezquita de Córdoba”, en referencia a la prolongada presencia en la península ibérica de pueblos como el griego, el romano o el árabe.
El debate en España, sin embargo, no tiene muchos adeptos en América latina, dijo el escritor peruano Julio Hevia.
En América Latina, “la problemática del Viejo Continente es solo para ciertas élites, ya no tiene lugar en la agenda política”, dijo.
Mientras tanto, en este continente los gobiernos han lanzado sus propias formas de debilitar el sentido conquistador del día.
En Venezuela o Nicaragua, los gobiernos cambiaron el nombre oficial del aniversario a Día de la Resistencia Indígena; en Argentina se cambió por Día del Respeto a la Diversidad Cultural. En Perú se celebra desde 2009 como el Día de los Pueblos Originarios y del Diálogo Intercultural. En Ecuador es Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad desde 2011.
En México, donde ya no es un día festivo, el historiador Edmundo O’Gorman dimitió como presidente de la Academia Mexicana de Historia en 1987 con el argumento de que la visión canónica que se sigue, entre otros lugares en España, del “descubrimiento de América”, el “encuentro entre dos mundos”, no es correcta. O’Gorman, ya fallecido, defendió que se trataba en realidad de “dominación” y “conquista”.
Para él se trataba, además, no solo de una invención del pensamiento occidental, sino de una casualidad histórica.
Vía The New York Times.