La historiadora Beatriz Gutiérrez Müller condenó la venta de 50 piezas precolombinas, procedentes de México, que serán subastadas en París los próximos 9 y 11 de febrero
RegeneraciónMx.- La historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, protestó en su cuenta de Twitter ante la subasta que Binoche et Ciquello realizará los próximos 9 y 11 de febrero con más de 50 piezas de arte precolombino procedentes de México.
“De nueva cuenta protestamos por la venta de piezas prehispánicas que se realizará el próximo 11 de febrero. En esta ocasión es la casa @Bgiquello de París. Se trata de decenas de lotes provenientes de zonas arqueológicas del Golfo y el Pacífico, también de Teotihuacán#, consignó la también escritora.
Gutiérrez Müller se suma a las protestas que, desde la Secretaría de Cultura, se han realizado para detener las subastas, realizadas en París, Francia con piezas de arte mesoamericano, asiático y africano producto del saqueo de pueblos que fueron colonizados por potencias Europeas como Francia, Bélgica, Reino Unido, España, Alemania e Italia y que, ha sido sacadas ilegalmente de sus países de origen por compradores que, ahora las ponen a la venta, sin exponer su identidad.
“Queremos alertar a los compradores sobre lo siguiente: estas piezas son patrimonio de todos los mexicanos, fueron sustraídas de manera ilegal y al adquirirlas se lastima el orgullo de decenas de culturas que han sido sistemáticamente expoliada”, agregó.
No es la primera vez que se subastan piezas de origen mesoamericano -originales, consideradas Patrimonio Nacional- en Francia, cuya legislación ampara la venta de estas piezas si el comprador presenta una prueba de la compró.
Sin embargo, la medida irrisoria, no contempla que en México la exportación de piezas consideradas Patrimonio Nacional, está prohibida desde 1827 por lo que queda en el aire la cuestión ¿Cómo obtuvieron las piezas dichos coleccionistas y cómo demuestran su propiedad?
Puesto que en México es ilegal, la subasta de estas piezas hace alusión a que existe un mercado negro fomentado por los extranjeros que quieren coleccionar artefactos históricos de pueblos exóticos, ya sea de Asia, África o América, continentes en los que anteriormente Europa tuvo colonias y que ahora se muestran como paradisiacos destinos para los colonos.
París está considerado como uno de los principales centros de subasta de arte en el mundo, alguna de ellas controvertidas, especialmente las que proceden del arte precolombino y el africano. Países como México se han posicionado públicamente contra la venta de objetos extraídos de su país de forma ilegal o dudosa y que pese a las protestas se siguen vendiendo.
Indigenismo: ¿La India María les falta al respeto?