Dos biólogos mexicanos que se encuentran en Tonga pidieron ayuda a las autoridades para regresar a casa tras la erupción del volcán
Regeneración, 16 de enero de 2022. La erupción volcánica que se desató en Tonga preocupó a los familiares de dos mexicanos que se encontraban realizando un proyecto de preservación en dicha región.
Los familiares de los biólogos mexicanos Lesli Elisa Nava Flores y David Olaf Santillán González solicitaron ayuda al Gobierno de México para localizarlos.
La petición busca que ambos puedan regresar a México debido a las condiciones climáticas y la erupción registrada en Tonga durante este fin de semana.
De acuerdo con información publicada en La Jornada, los dos biólogos mexicanos estaban en una isla del reino del Pacifico mientras realizaban un proyecto de preservación del coral y otras especies marinas.
Sin embargo, Amelia Nava, hermana de Lesli, les informó que no ha tenido comunicación con la bióloga desde el sábado por la noche.
Como consecuencia, las familias de los dos biologos mostraron y dieron a conocer su preocupación sobre el caso.
«La embajada británica le prestó un teléfono satelital a mi hermana para que pudiera ponerse en contacto con mi mamá y le dijo que estaban bien, están resguardados en un hotel cerca del aeropuerto de Tonga»
aseguró la hermana de Lesli a La Jornada
A pesar de ello, la mujer señaló que la damnificada estaba preocupada, así que pidió apoyo a la embajada de México en Nueva Zelanda.
Biólogos mexicanos intentaron salir de Tonga desde hace dos semanas
Por otra parte, información publicada en medios nacionales mencionó que los dos biólogos mexicanos intentaron volar a México desde hace dos semanas.
Sin embargo, las condiciones y medidas de precaución por el incremento de contagios de Covid-19 no se los permitieron.
Los dos biólogos son egresados de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM y los últimos mensajes habrían indicado que siguen refugiados en un hotel de Tonga.
El volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai, ubicado en el archipiélago de Tonga entró en erupción esparciendo cenizas, vapor y gas a 20 kilómetros en el aire.
Tras la erupción del volcán en Tonga se emitió una alerta de tsunami y las olas golpearon algunas casas y edificaciones.