Expertos señalan que las inundaciones se explican por décadas de deforestación y expansión de plantaciones de palma aceitera

Regeneración, 1 de diciembre 2025– Los equipos de rescate en Indonesia continúan luchando para llegar a las víctimas en áreas devastadas sumergidas por lluvias torrenciales durante la última semana. Las autoridades dijeron que hay 442 muertes, y el número probablemente seguirá aumentando.
Agencia
La información fue compartida por la Agencia Nacional de Gestión de Desastres de Indonesia (conocida como BNPB).
La Agencia dijo el sábado que el número de víctimas confirmadas tras las catastróficas inundaciones y deslizamientos de tierra de esta semana ahora asciende a 442.
Más de 100 personas aún están desaparecidas, después de que los rescatistas en el distrito de Agam, en Sumatra Occidental, recuperaran más cuerpos.
Más de 500 personas también resultaron heridas, dijo la BNPB.
“Se cree que el número de muertos está aumentando, ya que muchos cuerpos siguen desaparecidos y muchos otros no han sido localizados”.
Dijo Suharyanto, jefe del BNPB, quien, como muchos indonesios, solo usa un nombre.
Portavoz
El portavoz de la Agencia Regional de Mitigación de Desastres de Sumatra Occidental, Ilham Wahab, dijo el viernes por la noche que 61 personas habían muerto y 90 estaban desaparecidas.
Al actualizar la cifra inicial de muertos de 23 para toda la provincia de Sumatra.
“Un total de 75.219 personas han sido desplazadas y un total de 106.806 personas han sido afectadas en todo Sumatra Occidental”, dijo Ilham.
Posteriormente se confirmó la muerte de otras 116 personas en el norte de Sumatra.
Mientras que en la provincia de Aceh el número de muertos había llegado a al menos 35 personas, según cifras publicadas por las autoridades.
Grandes extensiones de Indonesia, Malasia y Tailandia se han visto inundadas por días de lluvias torrenciales.
Estas han causado la muerte de unas 500 personas en total en los tres países.
Fue debido a que una rara tormenta tropical se formo en el estrecho de Malaca, entre la península malaya y la isla indonesia de Sumatra.
Crisis ambiental
El norte de Sumatra, una de las regiones más biodiversas de Indonesia, enfrenta una crisis ambiental que ha agravado las consecuencias de las recientes inundaciones y deslizamientos de tierra.
Las lluvias monzónicas de noviembre de 2025 provocaron el desbordamiento de ríos y el colapso de laderas, dejando más de 45 muertos y miles de desplazados.
Sin embargo, expertos señalan que el desastre no se explica solo por el clima extremo, sino también por décadas de deforestación y expansión de plantaciones de palma aceitera.
La tala masiva de bosques tropicales para dar paso a monocultivos de palma aceitera ha reducido drásticamente la capacidad de los ecosistemas para absorber agua.

Varios estudios de uso de suelo y series históricas de cobertura forestal en Sumatra muestran tendencias claras:
Pérdida de bosques primarios y secundarios entre 1990 y 2015, acompañadas por la conversión a plantaciones (aceite de palma, papel) y vías de acceso que fragmentan las cuencas.
Esta remoción de la cubierta vegetal reduce la infiltración, aumenta la escorrentía superficial y favorece la erosión.
Efecto agregado
Con el efecto agregado de taponar cauces y drenar sedimentos hacia llanuras fluviales —factor que incrementa tanto el volumen como la velocidad de los flujos durante precipitaciones intensas.
Un informe ambiental advierte que la pérdida de cobertura forestal en Sumatra ha incrementado la erosión y la sedimentación en los ríos, lo que facilita los desbordamientos durante lluvias intensas.

Además, la deforestación ha fragmentado hábitats críticos, afectando especies como el tigre de Sumatra, que ya se encuentra en peligro de extinción.
Las turberas tropicales (peatlands) del este de Sumatra y áreas costeras también han sido fuertemente intervenidas para plantar y drenar el terreno.
La construcción de canales de desagüe y zanjas para habilitar plantaciones permite el acceso a maquinaria.
Pero al hacerlo se reduce el nivel freático y se convierte en un paisaje que, paradójicamente, pierde su función reguladora hídrica.
Dinámica del agua
La degradación de turberas altera la dinámica del agua: áreas que antes retenían precipitaciones ahora actúan como conductos que aceleran el flujo hacia ríos y poblaciones.
Informes recientes incluso han rastreado canales creados por grandes operadores que aceleran la salida de agua desde zonas interiores hacia ríos principales, contribuyendo a inundaciones aguas abajo.
Las consecuencias de este deterioro ambiental se reflejan en las comunidades locales.
En Aceh y Tapanuli, miles de viviendas quedaron bajo el agua y más de 5.000 personas fueron evacuadas a refugios temporales.
Los deslizamientos de tierra sepultaron aldeas enteras, dificultando las labores de rescate.
La BNPB reconoció que la magnitud del desastre se debe no solo a las lluvias, sino también a la vulnerabilidad creada por la deforestación y la falta de planificación territorial.
Ecosistemas
El norte de Sumatra es hogar de ecosistemas únicos, incluidos bosques tropicales que albergan orangutanes, tigres y rinocerontes.
La expansión de la palma aceitera ha reducido estos hábitats y ha generado conflictos entre humanos y fauna.
La pérdida de biodiversidad no solo amenaza especies emblemáticas, sino que también debilita los servicios ecosistémicos que protegen a las comunidades frente a inundaciones y sequías.
La crisis en Sumatra es un recordatorio de que los problemas ambientales locales tienen consecuencias directas en la seguridad y bienestar de las poblaciones.
Sin cambios estructurales, los desastres podrían repetirse con mayor frecuencia e intensidad.













