Felipe Calderón pidió en febrero del año pasado a la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, ayuda del gobierno de Estados Unidos. Wikileaks al diario El País
La petición, que no fue mencionada en el comunicado de la Presidencia de la República sobre el encuentro con Napolitano, realizado el 17 de febrero pasado, fue mencionada en un memorando diplomático estadunidense firmado por el embajador Carlos Pascual y publicado ayer por el diario El País, de Madrid, a partir de un acuerdo con el sitio web Wikileaks.
El rotativo español publicó dos cables diplomáticos en los que Felipe Calderón discute problemas de seguridad nacional y pública, relacionados con el tráfico de drogas, las acciones violentas de los cárteles de la droga y el trasiego de armas de Estados Unidos a México.
Un tercer documento de la embajada estadunidense informó al Departamento de Estado sobre problemas de confianza entre los servicios de inteligencia de las secretarías de Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar), Seguridad Pública federal (SPP), la Procuraduría General de la República (PGR) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen). Este texto, firmado por Pascual, destacó que por su tamaño y fortaleza presupuestal, la SPP tiende a ser la institución con el mayor volumen y más eficaz manejo de información de inteligencia.
Pascual reporta
El reporte de Pascual sobre la cita entre Calderón y Napolitano destacó que “el grueso de la discusión se enfocó en los planes del gobierno de México para Ciudad Juárez y la necesidad de ayuda de Estados Unidos para tratar de combatir la delincuencia organizada y disminuir la violencia en la ciudad”.
Calderón “agradeció a Estados Unidos su respaldo para desarrollar un plan para Ciudad Juárez y solicitó un compromiso continuo para compartir (información) de inteligencia y consejos de tipo operativo”, además de pedir asesoría específica “para la profesionalización policial y ayuda en todos los aspectos para la policía municipal de Juárez”, señaló el diplomático. La conversación tuvo lugar dos semanas después de la matanza de 15 jóvenes en Lomas de Salvárcar, en Juárez.
“México necesita a las correctas contrapartes del gobierno de Estados Unidos, y Calderón preguntó si el Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC) puede cumplir con ese papel”, apuntó Pascual en referencia a la entidad manejada por dos oficinas adscritas al Departamento de Seguridad Interior de Washington: la agencia antinarcóticos (DEA) y Aduanas y Protección Fronteriza (que fusionó al antiguo Servicio de Inmigración y Naturalización y Aduanas, después de los ataques del 11 de septiembre de 2001).
Napolitano respondió al mandatario mexicano que “EPIC puede ayudar a identificar los objetivos específicos de la delincuencia organizada, pero México se debe mover más allá de los desplazamientos militares y establecer una policía en Ciudad Juárez capaz de inspeccionar todas las calles y manzanas”, pero los “servicios sociales y el estado de derecho debe también extenderse a toda la ciudad”.
La funcionaria estadunidense sugirió concretamente que en Ciudad Juárez se aplique un plan del tipo “cero tolerancia”, como el que se estableció en Nueva York en la década de 1990.
Además de los problemas de la ciudad fronteriza, Calderón se refirió al manejo de la información de inteligencia para combatir al narcotráfico, y señaló que la Secretaría de Marina, “en particular”, es “más apta” para ese fin, aunque también la SPP federal “progresa” en ese sentido.
Al exponer a Napolitano los factores que llevaron a un incremento de la violencia a niveles récord, Calderón dijo que un factor clave es la posición de Ciudad Juárez como punto primario de la frontera, así como un rápido crecimiento de la misma. “Decenas de miles de familias se mudaron a Ciudad Juárez desde todo México. Muchas de estas nuevas familias están encabezadas por madres solteras con niños no supervisados que se vuelcan al consumo de drogas y al crimen en lugar de las escuelas”, señala el cable diplomático que explicó Calderón a la alta funcionaria estadunidense.
Otro cable fechado el 8 de abril de 2009, se refirió a una visita a Calderón por parte de tres legisladores estadunidenses –Silvestre Reyes, Ike Skelton y Howard Berman– vinculados a los temas de inteligencia, fuerzas armadas y relaciones exteriores, el 26 de marzo de 2009.
“Ustedes pueden contar conmigo”, dijo textualmente Calderón Hinojosa a los legisladores, según el reporte, donde se precisó que el mandatario aclaró que su apoyo también serviría “en el esfuerzo contra los cárteles de la droga y como un promotor del libre comercio y el estado de derecho”.
Calderón, quien meses después diría a Napolitano que la Sedena estaba interesada en radares “tridimensionalales”, dijo a los legisladores que el gobierno mexicano necesitaba que por medio de la Iniciativa Mérida se le dotara de equipo “no intrusivo” para detectar armas transportadas en vehículos que atraviesan la frontera estadunidense hacia México, así como para los pasos limítrofes con Guatemala.
El mandatario mexicano advirtió a los congresistas que la cooperación entre México y Estados Unidos es necesaria si se busca evitar que en territorio estadunidense la delincuencia realice actos agresivos, como en el lado mexicano. Para persuadirlos destacó que los cárteles tienen “poderosos vínculos con Estados Unidos”.
En la cita, el Presidente relató que, gracias a equipo donado por Estados Unidos, se pudo evitar un atentado contra el avión presidencial con lanzagranadas en manos de los traficantes que, de acuerdo con la descripción del mandatario, tienden a realizar actos “sensacionalistas”.
En el informe sobre los servicios de inteligencia mexicanos, fechado el 11 de noviembre de 2009, Pascual destacó que el principal problema es el de falta de confianza y las rivalidades entre las entidades.
En el encuentro con los legisladores, Calderón informó que le ha dicho al Ejército que “haga lo que debe” con su contraparte estadunidense, a fin de golpear a los cárteles de la droga.
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