La caída del precio de la goma de amapola, así como desplazamientos por violencia y extrema pobreza hacen urgente la intervención oficial en la sierra guerrerense
Regeneración, 21 de julio de 2018.- “Los pueblos de la sierra están viviendo en pobreza extrema y queremos que el gobierno electo voltee los ojos a la Sierra de Guerrero”.
Lo anterior fue expresado por Arturo López Torres, excomisario de la comunidad de Filo de Caballos, perteneciente al municipio de Leonardo Bravo en el estado de Guerrero.
La legalización de los cultivos de amapola es necesaria mientras siga la pobreza, el desempleo y la falta de infraestructura, indicó.
En entrevista para El Universal, López Torres explicó que el pasado jueves se reunieron 18 comisarios integrantes de la Unión de Comisarios para el Desarrollo de la Sierra de Guerrero
Platicó que la mañana del jueves en la comunidad serrana de Los Morros se reunieron 18 comisarios integrantes de la Unión de Comisarios para el Desarrollo de la Sierra de Guerrero.
Durante el encuentro, acordaron respaldar la propuesta del candidato ganador de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), acerca de pacificar el país.
También resolvieron solicitarle la legalización de los cultivos de amapola para su uso con fines médicos y desean saber si las personas que se dedican a la siembra de amapola serán beneficiadas con la amnistía que ofreció aplicar durante la campaña política.
Y exigieron “que se deje de criminalizar a los campesinos de la sierra”.
Durante el intercambio de puntos de vista entre los comisarios reunidos, encontraron que en Los Morros han salido cerca de 80 familias expulsadas por dos factores: la violencia y la caída en las ventas de goma de opio, que acentúa la ya de por sí devastada economía de la zona.
Señaló que, en el último semestre, el precio del kilo de goma de opio bajó de 20 mil a 4 mil pesos.
Esto, debido a la llegada de drogas sintéticas a los Estados Unidos (principal consumidor), sobre todo el fentanilo, que está desplazando de manera acelerada la compra de goma de opio.
“Si no se vende la cosecha de amapola, no se va a vender el aguacate, el durazno. Yo tengo marranos, yo no siembro amapola, pero si la gente no tiene dinero nada se vende”, expuso.
A consecuencia de lo anterior, el fenómeno del desplazamiento de comunidades enteras ya ocurre en la sierra guerrerense y afecta especialmente a las personas jóvenes “que sólo saben cultivar amapola”.
Por ello, enfatizó la importancia de que “se atienda a la sierra” de Guerrero.
Aún con la baja en el precio de la goma de opio, la mitad de las y los habitantes de la región Sierra -50 mil aproximadamente-, se dedican a la siembra y cosecha de flor de amapola.
Y respecto a la amnistía y la legalización que AMLO ha ofrecido, el excomisario dijo:
“Si se legalizan los cultivos de amapola, la amnistía pasaría a segundo plano para los campesinos que actualmente están sembrando amapola, porque entonces ya no sería un delito, pero sí va a servir para los que ahora están presos”.
Y con el fin de que el gobierno federal entrante “ponga los ojos” en dicha problemática, integrantes de la asociación han contactado al equipo de la próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y del designado secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo Montaño, aunque todavía no se concreta una fecha para que sean recibidos.
Con información de El Universal