CDMX, segundo debate, mucho ruido y solo Sheinbaum

Sheinbaum única estadista . Rascón sin honestidad intelectual. Barrales hundida en sus actos de gobierno.Mikel el populista de derecha. El resto, escenografía 

Regeneración, 16 de mayo del 2018. El segundo debate al gobierno de la Ciudad de México, mostró la debacle política e intelectual de los partidos neoliberales y precisamente mostró la fortaleza de la candidata puntera, no solo por ser la única con idea del gobierno de la ciudad mas grande del mundo sino por su cercanía con el espíritu democrático de la Ciudad de México.

Marcos Rascón. Con un pasado izquierdista, con tablas dentro de las organizaciones sociales como en los entramados de la clase política, lució por su deshonestidad intelectual.

Perdió su oportunidad de mostrarse como un demócrata y como un luchador social al utilizar para fines políticos el tema de los sismos.

Si hay alguien que se pudiera pensar que sabe leer lo que significan la campaña negra en contra de Claudia Sheinbaum, es Marcos Rascón. Y sí, la leyó para sumarse a los partidos del régimen.

¿Dónde quedó el luchador social de los damnificados, de la democracia?

Y es que postuló un cambio en las políticas económicas con base en las mismas políticas económicas, como las afores. Su propuesta de construcción de un banco propio de la Ciudad de México, sin especificar sus políticas, no hacen mas que una propuesta simplona y sin sentido.

Estar de lado de los albañiles, de los ciclistas, los peatones; de los damnificados en general, sin denunciar a los partidos gobernantes más que para atacar a Claudia Sheinbaum es, desde luego demagogia.

En otro aspecto, Rascón no reveló tener idea presupuestal alguna, ni nada dijo de las razones y proporciones presupuestarias para sus propuestas.

Alejandra Barrales.

Suele ocurrir que los candidatos provenientes de los partidos gobernantes se basan en su gestión para impulsar sus candidaturas.

Y como mayoría gobernante, Alejandra Barrales muestra todas las debilidades y saldos negativos del gobierno de la Ciudad de México.

Sus propuestas de corredores industriales en el oriente de la Ciudad de México, las tarjetas de apoyo a las madres de familia, las tarjetas para estudiantes, son parte del clientelismo que permitió al PRD, al PRI y al PAN gobernar juntos la ciudad de México.

Pero no solo eso, demostró ninguna relación con los sectores productivos, ni con los empresarios, ni con los sectores sindicales, o con sus propias bases sociales.

No mencionó una sola propuesta que tuviera como base el diálogo o la interlocución con los distintos sectores de la sociedad en la Ciudad de México.

Como si no fuera la candidata de los partidos que gobiernan y formalmente son mayoritarios dentro de las instituciones.

Su discurso fue de alguien recién llegado a la política, que cuenta con asesores y que supone ideas.

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Desde luego destaca sus ataques a Sheinbaum con relación al tema del Rebsamen y la corrupción.

Lo cierto es que en los medios de comunicación se han centrado en Sheinbaum sobre la base de mentiras como que reservó documentos, lo cual es falso y que cualquiera puede consultar en la pagina delegacional.

O cualquiera puede enterarse que algunos de los documentos referentes al sismo del 19s, entraron en reserva por ordenes de un juez.

El tipo de intervención que mostró Alejandra Barrales no es la de una estadista que busca gobernar, sino la de un sector en derrota que busca mostrar «músculo», para mantener parcelas de poder.

Por cierto en el plano presupuestal no mostró cifras o por lo menos proporciones presupuestarias que permitieron sostener sus dichos, eso, a pesar de haber afirmado que cuenta con especialistas con los que ha construido su proyecto de ciudad.

Mikel Arriola; el populismo de derecha

Y entonces nos aparece un candidato del PRI, que hace todo tipo de denuncias en contra de sus contrincantes, que se muestra como un candidato competitivo a partir de la confrontación y de las afirmaciones «fuertes».

Sin embargo Mikel Arriola aspira a conducir y reagrupar a los sectores mas reacionarios de la Ciudad de México, una opción tradicionalmente en manos del Partido Acción Nacional.

Mikel Arriola creará millones de empleos. ¿Y porque no los creó el PRI en todo un sexenio, o en el sexenio del Pacto por México?.

Al igual que Barrales se sabe candidato perdedor, por eso es que «prometer no empobrece», aún cuando sus promesas no solo sean populistas como las de remozar los microbuses gratuitamente u ofrecer «internet» para todos, sin considerar los aspectos tecnológicos o jurídicos del tema y desde luego los grandes intereses de compañías como las del Slim.

Mikel Arriola ofreció a los damnificados reconstrucción, demolición de inmuebles, y mientras tanto ninguno de los diputados locales o federales con asiento en las Ciudad de México, han tenido ninguna intervención notable con relación a la reconstrucción salvo ser socios menores del saqueo del erario público encabezado por el PRD y el PAN.

Claudia Sheinbaum, la única con perspectiva de gobierno

Se trata de la candidata puntera, que está a 20 puntos de su más cercana competidora.

No sin razón se refirió a las «ocurrencias» del resto de los candidatos, porque más allá de las preferencias electorales fue la única que demostró tener idea del piso financiero que requiere aterrizar cualquier propuesta en la administración pública.

Sus propuestas cuestan cinco veces el presupuesto, les señaló, con toda la razón.

Pero más allá de tener una idea presupuestal del gobierno, mostró otro aspecto: tener propuestas concretar para articular distintos sectores como lo es el sector empresarial y el académico.

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Su propuesta de hacer una ciudad de la energía solar, es ya parte de los debates de las grandes ciudades o regiones del mundo como California, en Estados Unidos; y ni se diga en Europa, con resultados desiguales como España que penaliza y pone impuestos a la energía solar.

Desde luego la otra cuestión se relaciona con los elementos económicos concretos con los cuales confrontar la política neoliberal.

Y contrariamente a la política neoliberal del PRD, PRI y PAN postula la economía solidaria, las cooperativas, los fondos para el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.

Desde luego que la oferta cultural de hacer corredores de desarrollo o los 12 festivales culturales dentro de la ciudad para hacer una polo de atracción turística, sobrepasaron la planeación o imaginación del resto de los candidatos.

Al mismo tiempo la candidata de Morena apuesta a una articulación mayor, y es la articulación con Andrés Manuel López Obrador, para aterrizar una política de desarrollo y de reconstrucción nacional.

Ninguno de los otros candidatos mencionó nada sobre su articulación con sus propios correligionarios, como sería Barrales con el Anaya del PAN o Mikel Arrional con Meade.

Las tres candidatas de las ocurrencias y las contradicciones del espejo.

Lorena Osornio, (candidata sin partido. Salvo presumir que no gasta en elecciones y que el pueblo le pide que denuncie a Sheinbaum, no mostró ni programa presupuestal ni relación alguna con otros sectores sociales que le permitieran articular sus ocurrencias.

Mariana Boy (PVEM). En la línea propagandística de su partido, presumiendo supuestos «logros» de iniciativas legales, nada dijo ni se apoyó en las acciones de su partido en la escena nacional ni en la escena local. Su fuerte fueron propuestas puntuales todas salidas de los manuales del buen prometer, sin hilación ni medidas propias de la alta complejidad de la ciudad de México.

Purificación Carpinteyro (Panal). Finalmente Purificación Carpinteyro – memes aparte- buscó apelar a una visión bucólica de la ciudad, a la conversión del autoritarismo (como el del magisterio en el PANAL), a relucir la joya de la ciudad, a gobernar juntos de la mano. Ninguna de sus propuestas superaría lo que en cualquier asamblea vecinal puede ser vertido como preocupación como son los mercados o las verduras frescas.