Chichimecas defienden biznagas gigantes y los agreden, un muerto

22 mil biznagas gigantes destruidas. Jóven muerto y dos heridos chichimecas de Guanajuato por denunciar a empresa SOPRAL

Regeneración, 17 de marzo del 2018. El Congreso Nacional Indígena denunció la agresión que sufrieron chichimecas de Guanajuato, luego que denunciaran la destrucción de biznagas gigantes, así como el despojo de tierras en beneficio de la empresa SOPRAL. En los hechos un joven fue muerto de un disparo en la cabeza y dos indígenas más se encuentran lesionados.

Por medio de un comunicado de prensa, el Congreso Nacional Indígena denunció la agresión contra personas pertenecientes a los pueblos chichimecas de Guanajuato, por medio de una denuncia en la que señalan «la cobarde agresión a nuestros hermanos del pueblo Chichimeca, en la comunidad de Calera, Guanajuato; cuando fueron atacados  con armas de fuego y machetes por Alberto Loyola, Alberto Loyola hijo y Miguel Loyola, pistoleros del cacique Manuel Loyola Vázquez».

Detallan que la agresión ocurrió luego de que los integrantes del pueblo chichimeca interpusieron una demanda penal ante las autoridades correspondientes los comuneros fueron agredidos «luego de que se interpusieran demandas penales por la destrucción de biznagas gigantes, y por el despojo de tierras en beneficio de la empresa SOPRAL, que ha venido destruyendo e invadiendo con violencia  los territorios comunales y saqueando los recursos naturales».

En este ataque fue asesinado el joven Camilo Loyola por un disparo en la cabeza y resultaron heridos Mauro y Benjamín Loyola.

En su denuncia el CNI, mostró su solidaridad con las comunidades indígenas agredidas «a nuestros compañeros del pueblo Chichimeca les mandamos un abrazo colectivo con el dolor y rabia que son nuestras también».

«Les  llamamos a seguir adelante en todo momento, construyendo con organización sobre la destrucción y el luto dejados por el capitalismo, que mantiene una guerra en contra de nuestros pueblos», indica el CNI en su comunicado.

Las agresiones

El domingo 11 de marzo a las 6:00 de la mañana, los agresores arremetieron contra los guardianes chichimecas después de recibir demandas penales por ecocidio de Biznaga gigante y despojo de tierras comunales.

Tal como lo señala la publicación TV Independencia en el ataque resulto muerto un joven de nombre Camilo, de un balazo en la cabeza, además fueron heridos a machetazos dos comuneros de nombre Mauro y Benjamín, quienes fueron trasladador para recibir atención médica.

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El medio citado relata que los atacantes pertenecen a la empresa SOPRAL, responsable de destrucción de 22 mil biznagas, despojo de tierras comunales, desplazamiento y tortura de los pobladores de la comunidad Sotolar, destrucción de espacios sagrados como La Herbidora, cráter manantial de aguas curativas, corrupción y robo en el Ejido Corralillos y destrucción de los cerros con explotación ilegal de arcilla de lutita gris.

La sociedad SOPRAL está legalmente constituida, desde 1984 ante el Registro Público y la Sociedad de Comercio, como una empresa que tiene como objeto la “producción agropecuaria así como la adquisición de muebles e inmuebles relacionados con este objeto”.

Uno de sus mayores accionistas (con 185 acciones), de nombre Herminio Reséndiz Estrada

Los guardianes defienden la biznaga y denuncian ecocidio

La biznaga es una cactácea se encuentra bajo protección especial por la NOM-059 de SEMARNAT, se castiga su extracción y comercialización, hasta con 9 años de prisión y hasta 3 mil días de salario mínimo de multa.

Del echinocactus platyacacthus o biznaga, la ciencia desconoce muchos de los aspectos de su reproducción e incluso su edad máxima, que se calcula superior a los 200 años en ejemplares de más de 2 metros de altura, este verdadero monumento botánico, es endémico de la zona centro y norte del país, su crecimiento ronda el centímetro anual y es por esta razón que su cultivo controlado no es comercializable, los individuos explotables de esta especie son todos silvestres.

El portal 5oyMexico.org, relata que «L@s guardian@s nos cuentan que sus abuel@s les enseñaron el respeto por las biznagas y nunca lastimarlas, nos cuentan también que del 2006 al 2015 la sociedad SOPRAL mató 22,000 biznagas gigantes en 3,700 hectáreas, cuyos restos pudimos atestiguar esparcidos por los cerros, al preguntarles por la precisión de sus conteos, nos dijeron que fueron ell@s mism@s l@s que contaron una por una las biznagas masacradas».

Los Guardianes «nos mostraron evidencias de supuestos permisos que SEMARNAT habría otorgado a SOPRAL, para la extracción de biznagas en la región con el fin de hacer un estudio o explotación de fines comerciales con individuos enfermos, que evidentemente fue utilizado como excusa para iniciar un saqueo ecocida con fines comerciales. Señalan a una mujer de nombre Aidé Tolentino Acosta, que se identificaba como bióloga, por ser cómplice del ecocidio al trabajar para SOPRAL en la identificación de las áreas a explotar y la dotación supuestos estudios de impacto ambiental», indicaron.

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En su relato señalan que ejemplares de hasta 800 kilos fueron pelados, transportadas en burros y llevados en camionetas hasta el estado de Hidalgo, para luego ser procesados en acitrón y distribuidos a los mercados de dulces tradicionales de todo el país.

«L@s guardian@s cuentan como los empleados de SOPRAL, disparaban al aire para impedirles llegar a los lugares donde se realizaba el saqueo, pero incluso arriesgando la propia vida y después de muchos esfuerzos en todos los frentes, lograron frenar los saqueos por ahora», indicó el portal, en entrevistas realizadas en 2016.

L@s guardian@s exigen justicia y castigo a los responsables de este ecocidio, en cuya trama se sospecha de funcionarios en los tres niveles de gobierno y sin cuya complicidad este no hubiera ocurrido, precisan.

Los defensores del medio ambiente señalan que hoy el peligro sigue vigente, la demanda de acitrón es muy grande y deja jugosas ganancias, ya que toda la biznaga que se corta y comercializa es ilegal, no siendo así el caso del acitrón, contradicción que abre la brecha al mercado negro de una de las especies vegetales más hermosas y enigmáticas del planeta, ahora en peligro de extinción en directa confrontación con nuestras tradiciones culinarias más emblemáticas.