Cierran el Penal de Topo Chico en NL con 76 años de historia

Penal inaugurado en Monterrey en 1943 albergó a 3 mil 700 reos hasta el año pasado, pero también historias de corrupción, sangre y muerte

Regeneración, 30 de septiembre del 2019. El penal de Topo Chico en Monterrey cerró su operación como cárcel este lunes.

El cierre de realizó luego de que se trasladaran los últimos 150 reos al Cereso de Apodaca, también en Nuevo León.

Tras 76 años de estar en funciones como un centro penitenciario, el penal será convertido en un gran parque y en Archivo General del Estado.

El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, encabezó el evento de clausura del penal.

Durante la ceremonia admitió que ha recibido mensajes de texto «no agradables» por la decisión tomada.

Esta es la primera ocasión en que el mandatario estatal da a conocer este tipo de mensajes.

Dijo tener conocimiento de que “a muchos” les molestó el que haya cerrado el penal, porque le cortó ingresos económicos millonarios a las células delictivas.

Le quitamos a la delincuencia organizada una gran cantidad de ingresos, millones de pesos, y eso no es sencillo.

Enfrentamiento deja 49 muertos
La masacre y muerte de 49 internos por una riña entre grupos antagónicos de la delincuencia organizada perpetrada en febrero del 2016, fue recordada como el incidente más fuerte.
Esto durante la ceremonia de cierre mediante un vídeo, mostrado por Eduardo Guerrero Durán, asesor en Políticas Penitenciarias del Estado.
Guerrero destacó que de este penal se movieron a 846 personas a otros estados, lo cual les permitió desarticular las bandas del crimen organizado.
Asimismo, también se movilizaron a 4 mil 898 personas privadas de su libertad de un penal a otro.
De noviembre del 2018 al cierre del penal, apuntó, se realizaron 632 intervenciones para detectar objetos y cosas no permitidas.
A principios del año dos mil tuvo casi seis mil internos y, tras la llegada de miembros de la delincuencia organizada, se perdió el control por parte de las autoridades,
Según una nota formada por el periodista David Casas, esto detonó asesinatos frecuentes al interior y la operación de una amplia red criminal.

Tocó fondo el penal con la muerte de 49 internos en febrero del 2016, la masacre más alta en un centro penitenciario en México en la historia reciente.

El 24 de marzo de 1980 un par de internos secuestró al director del penal, Alfonso Domene, y lo recluyó en una celda junto con su chofer y tres secretarias.

Buscaban negociar su escape junto con doce reos más y durante 36 horas ocultaron que ya habían asesinado al funcionario.

Tras negociaciones liberaron a los rehenes y se les aseguró que tendrían vehículos para su salida.

De mano dura, el gobernador Alfonso Martínez Domínguez solicitó el apoyo federal y llegó el entonces policía Miguel Nazar Haro, quien entró al patio y acabó con los dos internos.

Años después estuvo interno acusado de la muerte de líderes de la Liga 23 de septiembre en la época de la guerrilla en los años setenta.

En 1997 el banquero y presidente del Club Rayados de Monterrey, Jorge Lankenau, también estuvo preso por años acusado de fraude.

Más reciente, en este año, el exseleccionador nacional y exjugador de Rayados y Chivas, Jesús Cabrito Arellano, también pasó semanas acusado de abuso sexual.

Abierto al público
El gobernador Rodríguez Calderón informó que se proyecta sea derrumbado para que en su lugar se construyan un parque público y un edificio para el Archivo General del Estado, entre otras instalaciones.
Una vez sin reos, el penal quedará abierto al público para que los ciudadanos puedan entrar y conocer sus condiciones.