Durante el XXII Congreso y Asamblea General de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO), Luis Raúl González Pérez reprobó los hostigamientos, presiones y agresiones contra los defensores de derechos humanos que han cobrado la vida de varias personas en el continente.
Regeneración, 20 de marzo de 2018.- En América Latina se debe erradicar el hostigamiento, presiones y agresiones con que se pretende inhibir la tarea de los defensores de derechos humanos y que han cobrado la vida de varios activistas, exhortó el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
Durante el XXII Congreso y Asamblea General de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO), González Pérez reprobó las acciones que, bajo aparente legalidad, lesionan la independencia y autonomía con que los defensores trabajan para proteger a la sociedad.
Manifestó su solidaridad con la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Baja California, Melba Adriana Olvera Rodríguez, quien es hostigada por defender los matrimonios igualitarios en esa entidad.
También visibilizó el caso de los Defensores del Pueblo de Guatemala y Ecuador, ante las presiones gubernamentales que enfrentan para realizar su trabajo; además de expresar sus condolencias al ombudsman de Brasil por el reciente homicidio de la activista Marielle Franco.
En la reunión sobre Migrantes y Trata de Personas, pidió a sus homólogos reforzar la comunicación entre las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (INDH) con la Corte y la Comisión Interamericanas de Derechos Humanos, y hacer uso intensivo del Protocolo de Atención a Migrantes, para que se convierta en herramienta básica de apoyo a las personas en contexto de migración.
Se sumó a la propuesta de Julia Hernández, de la Defensoría del Pueblo del País Vasco, España, para que se incorpore el término Ombudsperson a los estatutos de la FIO, con el objetivo de generar un lenguaje más incluyente y fortalecer la igualdad entre mujeres y hombres.
Por otro lado, las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos aprobaron la Declaración de Panamá, relativa a la protección de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes, en la cual se plantea la necesidad de revisar los marcos jurídicos nacionales e internacionales, diseñar protocolos para su atención y generar espacios inclusivos y amigables que faciliten la denuncia de situaciones que transgredan su integridad.
También aprobaron la Declaración Conjunta por los Derechos de las Personas Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex, en que se pide evidenciar la discriminación cultural y la exclusión que sufren los miembros de esa comunidad, lo cual impacta directamente en el ejercicio de sus derechos.