Una mujer compartió el momento en el que ayudó a una desconocida a escapar de un tipo que la seguía. Llovieron historias sobre acosadores
Regeneración, 28 de julio de 2018.- El pasado 12 de julio, Gabriella Rich, de 22 años de Old Bridge, Nueva Jersey, compartió un breve encuentro que había tenido con una desconocida la noche anterior.
La mujer se había acercado discretamente a ella pidiéndole que fingiera que se conocían, porque creía que había un hombre siguiéndola.
«Anoche una chica vino corriendo hacia mí, susurrando: ‘por favor, finge que eres amiga mía. Un hombre me está siguiendo desde hace 6 manzanas’, en cuanto el hombre nos vio abrazándonos dijo ‘joder’ y se fue por otro lado. Chicas, tengan cuidado y nunca caminen solas», tuiteó Rich.
Rich contó a BuzzFeed News que cuando ya parecía que no había «moros en la costa» acompañó a la mujer a su destino.
«Intercambiamos números de teléfono y le dije que me mandara un mensaje de texto cuando llegara a casa. Y lo hizo», explicó.
Rich dijo que quería utilizar ese momento para llamar la atención sobre un problema generalizado al que se enfrentan muchas mujeres.
«Creo que las mujeres necesitan sentirse seguras en todo momento y de todas las maneras posibles», contó. «Es algo que sucede continuamente».
«Solo quería pedir a otras mujeres que estén siempre a salvo, porque yo no puedo cambiar la forma de pensar de un hombre; sólo puedo proteger a otras mujeres para que sean conscientes de su entorno».
Teniendo en cuenta el enorme alcance que ha tenido su único tuit, y también el número de respuestas que ha recibido, el problema podría ser incluso más generalizado de lo que ella en un principio creía.
Una ola de tuits
«Espero que todas las mujeres que sientan este miedo en algún momento corran hacia mí y me abracen, que ni siquiera pregunten, que lo hagan», tuiteó otra chica.
Mujeres que habían estado a ambos lados de este escenario se sintieron inspiradas para contar sus propios encuentros.
Todas contaron que se vieron obligadas a responder al tuit porque se sintieron profundamente identificadas con la experiencia.
Hace un año, Savannah Stuple, de 21 años y de Radford, Virginia, estaba aparcando su coche sobre las 11 de la noche cuando se dio cuenta de que había un hombre que la observaba a escondidas. El hombre empezó caminar hacia ella y a hablarle.
Stuple volvió enseguida al coche, bloqueó las puertas y esperó a que el tipo misterioso la dejara en paz.
Dijo que incluso esperó cinco minutos más, después de que se hubiera marchado, para asegurarse de que de verdad se había ido.
«Cuando me di cuenta de lo que estaba pasando tuve miedo y náuseas, y también me sentí tremendamente insegura», contó.
«Espero que la gente sepa que las mujeres viven constantemente con miedo »
«No debería tener miedo de ir sola a la tienda a comprar comida o tener que llevar siempre encima un spray de pimienta», añadió.
Regina Acheampong, de 34 años y de Charlotte, Carolina del Norte, también se siente identificada. Compartió la historia de cuando un hombre comenzó a seguirla en un parque, primero en coche y luego a pie, a plena luz del día.
Sabía que era algo serio cuando haces un esfuerzo para ponerte a seguir a alguien», dijo Acheampong.
Hace un mes, se fijó en que un hombre había aparcado su coche a propósito para acercarse a ella mientras paseaba a su perro cerca de su casa. Cuenta que el hombre empezó a seguirla y a gritar «¿por qué me ignoras?» y «estoy intentando hablar contigo».
Archeampong cuenta que se sintió obligada a mentir y decirle que tenía pareja.
Los pensamientos se le amontonaron en la cabeza: «¿Qué hago si intenta atacarme? Mi perro no es de los grandes. Estamos a plena luz del día».
«La ansiedad o el miedo a que te ataquen hace que cambie tu forma de moverte en este mundo. Es realmente triste».
Dijo que podría contar varias otras ocasiones, especialmente en la universidad, en que la persistencia o el acecho continuo de un hombre le hicieron sentir que no estaba segura. Como resultado, admite, lleva un arma encima.
Compartir para sanar
Acheampong, que está a punto de lanzar un blog sobre bienestar y mindfulness, cree que «compartir tu historia aporta valor».
«Si no compartimos nuestras historias no hay sanación, no hay crecimiento, no hay aprendizaje», contó. «Puede ser algo que incite a la gente a corregir su comportamiento y comprender el impacto de su comportamiento».
El perro alerta ante acosadores
Otra mujer, Cassy, compartió una historia de cuando era adolescente. Contó que sólo se dio cuenta de que un hombre la había estado observando cuando su perro empezó a gruñir al hombre. «Nunca había visto a mi perro actuar así», añadió.
Cassy, que ahora tiene 20 años, cuenta que no alcanzó a procesar completamente lo que hacía aquel hombre y por qué le hizo sentir tan rara hasta que lo habló con sus padres más tarde aquel día.
«Las mujeres nunca deberían sentirse empequeñecidas en situaciones como esa… pero lamentablemente es así y siempre ha sido así», contó.
En otro incidente terrorífico, Melanie Álvarez, de 19 años, describió una situación en la que sufrió acoso y una persecución continuos hasta que literalmente se encontró con una amiga suya. Dijo que incluso se sintió culpable y «se arrepintió» de haber estado andando sola.
Álvarez recuerda una situación en Texas, cuando ella tenía tan solo 15 años, en que un extraño se le insinuó insistentemente e incluso le ofreció dinero para «pasar un buen rato».
Cuando se dio cuenta de que el hombre se había saltado una valla para seguirla «crucé rápidamente al otro lado de la acera…» Miré hacia atrás para ver si había captado el mensaje, pero vi que el hombre corría hacia mí», contó.
Dijo que siguió corriendo hasta que a una distancia más allá vio a una amiga suya, con la que había quedado. Cuando el hombre se dio cuenta de que iba hacia su amiga «se dio media vuelta y se fue», contó.
«Mi amiga intentó consolarme mientras yo hacía esfuerzos por explicarle la situación», cuenta Álvarez. «Estaba aterrorizada. Fue algo que me traumatizó. Nunca más quise caminar sola después de aquello».
«Vi a otras mujeres compartir sus experiencias y eso hizo que me sintiera cómoda contando la mía», explicó en relación al hilo.
Álvarez todavía está atormentada por haber decidido caminar sola aquel día.
«Espero que otras mujeres aprendan a no caminar solas nunca, especialmente si estás en una situación en la que no puedes protegerte; como yo, que era muy joven», cuenta.
Cin información de BuzzFeed