Dos años después, la CNDH confirmó que al menos una persona sufrió tortura por parte de policías durante el operativo del 20 de noviembre de 2014 en el Zócalo.
Regeneración, 16 de noviembre de 2017.- Dos años después, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos confirmó que al menos una persona sufrió tortura por parte de policías de la Ciudad de México, durante el operativo del 20 de noviembre de 2014, en el cual pretendían desalojar el Zócalo capitalino luego de que miles reclamaron por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Un joven de 21 años fue la víctima que, aunque ni siquiera participaba en la manifestación, fue golpeado por elementos de seguridad. El chico era empleado en un establecimiento del Centro Histórico y su esposa (con cuatro meses de embarazo) fue por él al trabajo.
El operativo para desalojar el Zócalo comenzó a las 22:00 horas y de acuerdo con la información de las investigaciones de la CNDH, la joven víctima de tortura fue detenido minutos después de iniciar el operativo.
En su testimonio, dijo que intentó cruzar la plaza, caminando con su pareja de la Catedral hacia Pino Suárez para alejarse de la manifestación pero que cuando pasó por las puertas de Palacio Nacional, un granadero de la CDMX golpeó a su esposa en la frente con el canto de un escudo, él, para protegerla la abrazó y le dio la espalda al policía.
La CNDH explicó que “al darle la espalda, fue rodeado por elementos de Seguridad Pública de la Ciudad de México, de quienes recibió golpes en la cara, así como en diversas partes del cuerpo, siendo arrojado boca abajo, hacia una valla metálica. Después, lo llevaron con otro grupo de policías, donde nuevamente fue objeto de maltrato, además de recibir un golpe con un tubo. (Luego) lo hicieron correr de dos a tres cuadras, y fue trasladado hacia donde se encontraba un camión, sitio en el que fue hincado, le rociaron un producto en la espalda que provenía de un extintor, así como recibir descargas eléctricas por espacio de 10 a 15 minutos”.
El expediente de la CNDH indica que el joven fue encontrado alrededor de las 22:20 horas, es decir, 20 minutos después de que inició el operativo y cuando todavía estaba en ejecución.
El joven fue sometido a exámenes por parte de un médico forense y éste concluyó que además de rastros de diversas lesiones ocasionadas por golpes con objetos contundentes, también había “dos equimosis rojas, lineales, paralelas entre sí, en la región dorsal”, las cuales fueron provocadas por las descargas que recibió.
Posteriormente, un equipo forense se encargó de analizar la mecánica de las lesiones, y concluyó que éstas “son congruentes con el dicho del agraviado”.
Con registros fotográficos, la CNDH comprobó que, dos bengalas fueron lanzadas desde la azotea de Palacio Nacional en señal para que los policías de la CDMX y federales comenzaran con el desalojo de la plaza donde estaban miles de manifestantes, entre ellos contingentes de padres y madres de familia con sus hijos en brazos.
El organismo documentó 89 casos de personas que sufrieron vejaciones por parte de los granaderos y además 12 casos de clientes de un restaurante que fueron golpeados cuando cenaban en una terraza a pie de calle.
Con información de Animal Político