La expedición del Centro Científico del Estudio del Ártico ruso midió la tasa de metano en el aire en el fondo del primer cráter hallado en Siberia en la península de Yamal, informa ‘Business Insider’. El resultado de un 9,6% supera la norma atmosférica en 50.000 veces.
El deshielo del permafrost y la liberación del metano subterráneo fue una de las principales teorías de la creación de los fosos siberianos. Los veranos de 2012 y de 2013 en Yamal fueron unos 5 grados Celsius más templados de lo habitual, lo que habría causado el deshielo, explica el jefe de la expedición, Andréi Plejánov.
Otra teoría opina que solo dos veranos templados no habrían bastado para deshelar el permafrost a las profundidades observadas. El científico alemán Hans-Wolfgang Hubberten, del Instituto Alfred Wegener, indica el aumento de la temperatura en el permafrost siberiano en 2 grados a una profundidad de 20 metros en los últimos 20 años. Hubberten atribuye la creación de fosos al calentamiento global: «La presión del gas aumentó hasta que pudo empujarse fuertemente hacia la superficie y crear un cráter».
Aunque la comprensión del proceso es importante para saber predecir la aparición de tales fosos cerca de las infraestructuras o ciudades cercanas, la consecuencia de mayor importancia es la posible liberación de grandes volúmenes de metano en la atmósfera.
El metano supera considerablemente el dióxido de carbono como un gas de efecto invernadero: es unas 25 veces más potente. Anteriormente la liberación del metano del Ártico fue considerada una de las amenazas para el clima, ya que haría menos eficaces los esfuerzos de la humanidad por controlar las emisiones del dióxido de carbono.
Andréi Plejánov intenta volver a estudiar el foso para determinar la cantidad de metano atrapado en las paredes del cráter y qué volumen fue liberado en el momento de la creación.
Información: RT