Regeneración, 10 de marzo 2014.-Una de las tecnologías más prometedoras para el tratamiento de diversos tipos de cáncer es la nanotecnología, donde se desarrollar fármacos que ataquen de forma directa las células cancerígenas sin afectar otros tejidos. El Laboratorio de Oncología Celular de la Unidad de Investigación en Diferenciación Celular y Cáncer de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM desarrolló una terapia para atacar tumores de cáncer cérvicouterino.
De acuerdo con la investigadora Rosalva Rangel Corona, coordinadora de la investigación, el efecto antitumoral en el cáncer de cérvix se debe a que sus células expresan receptores para interleucina 2 que “embonan” como piezas de rompecabezas con la proteína para activar una respuesta antitumoral.
La científica explica que la nanopartícula funciona como un puente de activación antitumoral en las células tumorales y los linfocitos T. La nanopartícula en su superficie muestra interleucina 2, añade, de tal manera que cuando la proteína anda por ahí hace como un switch, un contacto con la célula cancerígena para unirse al receptor y llevar a cabo su acción biológica.
Además, la nanopartícula concentra interlucina 2 en el sitio del tumor, lo que permite su acumulación cerca del crecimiento tumoral. No está circulando, sino que está “ahí”, en la acción.
La administración de IL-2 usando el nanovector reduce los efectos secundarios que provoca esta proteína si se administra en grandes cantidades en el organismo. Estos efectos causan desde fiebre, baja de presión, retención de líquidos y ataque al sistema nervioso central, entre otros.
Es conocido que la interleucina-2 es una proteína (una citocina, un producto de la célula) generada por los linfocitos T activados. La nanopartícula, el vector para IL-2, lleva la sustancia hasta los receptores de las células cancerígenas, donde las satura hasta matarlas, además de generar este puente inmunológico con linfocitos T (encargados de activar la respuesta inmune del organismo). Esto es como un misil teledirigido que actúa dentro de las células tumorales y activa las células del sistema inmunológico que las matan.
Una mujer inmunodeprimida por la enfermedad produce aún menos interleucina. Por esta razón, el uso de la nanopartícula resultaría muy benéfico para las pacientes.
La investigadora recalca que su grupo debe de cumplir con la normatividad farmacéutica para llevar sus investigaciones más allá de estudios publicados y así beneficiar a la población
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