La protesta inició frente a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), a la cual acusan de no tener la capacidad suficiente para proteger a los migrantes y para rechazar el recrudecimiento de las políticas migratorias.
Regeneración, 11 de abril de 2017.- Para evidenciar la violencia de la que son objeto en las rutas migratorias controladas por el crimen organizado y para denunciar la complicidad de las autoridades mexicanas en los abusos en su contra, varios migrantes iniciaron un viacrucis en la frontera sur con Guatemala, donde miles de personas cruzan para llegar hasta Estados Unidos.
“No odio migrante”, denuncia la manta que Víctor y dos migrantes más sostienen mientras cruzan por el río Suchiate a territorio mexicano de manera irregular, a pesar de que este cruce es uno de los más peligrosos y violentos, los centroamerianos lo siguen utilizando para ingresar a Norteamérica. De esta manera comienza el Viacrucis del Migrante, acompañados de observadores internacionales.
A una temperatura de 38 grados, el grupo de migrantes camina unos 12 km hasta Tapachula; hacen su primera parada en el albergue Belén, donde se suman medio centenar de hombres y mujeres. Una salvadoreña, que pidió guardar su identidad, en una entrevista que dio para El Universal, ella carga en sus brazos a su pequeña de escasos 24 días de nacida y lleva también a su hijo de 3 años. Cuenta que se quedaron huérfanos debido a que integrantes de las pandillas asesinaron a su papá por no pagar la cuota.
El pequeño grupo recorre las calles del pueblo de Ciudad Hidalgo, cuya alcaldesa junto con su esposo, quien fue director del Registro Civil de esa localidad fronteriza con Guatemala, están acusados de otorgar actas de nacimiento de manera irregular a centroamericanos para que votarán por ella en los comisios.
Los datos del Movimiento Cultura Migrante apuntan que entre 2015 y 2016, México deportó el doble de centroamericanos que la administración de Estados Unidos, lo que indica que la política antimigratoria del gobierno mexicano responde a los intereses del actual presidente estadounidense Donald Trump desde antes de que ganara las elecciones.
Los migrantes que iniciaron el viacrucis aseguraron que ni el gobierno mexicano ni estadounidense admiten que existe una crisis de refugiados en Centroamérica, la cual, calificaron, está “desgarrándose” por la violencia y la inseguridad que se vive, como en El Salvador, que tiene la tasa de homicidios más alta en el mundo, o en Guatemala, cuyos índices de violencia sexual se encuentran entre los más elevados, señaló el Movimiento.
El Viacrucis del Migrante de este año pretende llegar hasta la frontera norte con Estados Unidos para pedir asilo para los migrantes que se integren paulatinamente al recorrido por México. En el viacrucis también participan organizaciones de derechos humanos y observadores internacionales a favor de los migrantes. La última parada será en la ciudad de San Diego, en territorio estadounidense.
Con información de: El Universal