Regeneración, 1 de febrero de 2016.- Biólogos y ambientalistas reportan que la superficie de manglares de la zona norte del estado de Quintana Roo pasó de 3 mil 429 hectáreas a mil 569 hectáreas en 40 años. Los desarrollos inmobiliarios y la industria hotelera son las actividades que mas afectado a la zona biológica.
Aunque para muchos los desarrollos turísticos representan una gran puerta de entrada de capitales extranjeros, la construcción de ayuntamientos dedicados especialmente al turismo son las zonas donde la devastación ha sido mayor. Grandes extensiones de manglar se han perdido desde que surgieron los ayuntamientos de Benito Juárez (Cancún), Solidaridad (Playa del Carmen), Tulum, y Puerto Morelos.
Organizaciones como Ocean Futures Society han calificado el ecocidio en Tajamar como un absurdo total. Destruir los manglares o cualquier hábitat costero es atentar contra la salud del ser humano en relación con el daño que se ocasiona al planeta. Los manglares sostienen y apoyan la diversidad del océano, protegen las costas de huracanes y tormentas y limpian los suministros de agua.
En el caso de Tajamar, se calcula que la naturaleza tardaría aproximadamente en restablecer sus 69 hectáreas de humedal al menos unos 30 años.
Con información de La Jornada y Proceso