Descubren científicos de la UNAM, nuevo método contra el mal de Parkinson

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Con microimplantes de dióxido de titanio con dopamina (TiO2DA), los pacientes con la enfermedad de Parkinson se recuperan en un 85%.

Regeneración, 27 de julio del 2015. Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) demostró que mediante el uso de microimplantes de dióxido de titanio con dopamina (TiO2DA), los pacientes con la enfermedad de Parkinson se recuperan en un 85%.

El mal de Parkinson, es una enfermedad que ocasiona la muerte de neuronas dopaminérgicas en la sustancia nigra, y la dopamina es un mensajero químico que se encarga de establecer comunicación entre neuronas y es responsable del control del movimiento, al ser una molécula química inestable, se oxida con facilidad, lo que representa una gran limitación en el desarrollo de tratamientos: UNAM.

En la actualidad, un precursor de esta molécula (L-DOPA) es utilizado como pieza angular; pero con el tiempo pierde eficacia y causa efectos adversos.

Las pruebas realizadas en un modelo animal, muestran que los microimplantes permiten la recuperación de la función motora gruesa en ratas lesionadas con hemiparkinsonismo inducido.

Quienes padecen la afección presentan bajos niveles del neurotransmisor en el cerebro y cuando se inician las alteraciones motoras de manera más evidente, es porque 80%, o más, de las neuronas de la sustancia nigra se degeneraron.

La enfermedad, inicia con la pérdida del olfato, ligeros temblores en el cuerpo, rigidez en la mitad del cuerpo, depresión sin causa aparente, escritura pequeña, pérdida de la fuerza y claridad de la voz, así como trastornos del sueño, entre otros síntomas, que se acentúan con el paso del tiempo.

El equipo de investigadores de la UNAM, en colaboración con el Centro de Investigación Aplicada y Tecnología Avanzada unidad Legaria, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), decidió encapsular moléculas de dopamina en un microreservorio elaborado por con la técnica sol-gel, con una base cerámica. Lo que permitió que el neurotransmisor se mantuviera estable por periodos prolongados.

El microreservorio se implanta en la zona del núcleo caudado, donde se libera, por difusión, la dopamina insertada; que está almacenada en una película delgada con poros a escala nanométrica, a través de los cuales sale de los sitios de mayor concentración a las áreas donde existe menor cantidad de esa sustancia.

El padecimiento afecta principalmente, a personas de entre 50 y 60 años, pero hay casos de individuos muy jóvenes que empezaron a perder el sentido del olfato sin percatarse.

En una futura colaboración el equipo de investigación universitario con especialistas del sector salud probará la eficacia de este proyecto en primates no humanos y quizá, después de ello, en personas con ese trastorno.

Con información de: Notimex 220715