El grupo minero terminó con árboles de huizache y pirú y destruyó la zona donde vivían armadillos, abejas, zopilotes, codornices, coyotes, águilas e incluso zorras.
Regeneración, 24 de enero de 2018.- En el Estado de México, la comunidad Ixtlahuaca mantiene un campamento desde julio de 2017 donde sus habitantes se instalaron para impedir que una empresa de origen michoacano continúe con el uso del explosivo C-4 para extraer basalto destinado al Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM).
Una lona es la que guarece a los pobladores que duermen en dos colchones durante sus guardias. Tienen un par de mesas plegables, un tablón y un anafre.
“De aquí no se llevaron una sola piedra y no vamos a dejar que exploten el cerro. ¿Qué clase de vida nos quieren dar?”, dijo Alfredo Rodríguez, uno de los vecinos instalados en la entrada de la brecha que el Grupo Minero Betancourt abrió para explotar basalto, material utilizado para compactar el terreno sobre el que se construirán las pistas del NAICM.
Los trabajadores de la compañía dejaron todo, camiones de volteo, generadores de energía, cribadora para fragmentar piedra y hasta una caja con C-4 bajo un árbol de pirú, pero militares enviados por la Sedena acordonaron la zona y se llevaron el explosivo, informó La Jornada.
Desde que se instalaron a defender el territorio, la comunidad sufre hostigamiento de la empresa y además, hombres armados han llegado al sitio haciéndose pasar por ministeriales.
El grupo minero terminó con árboles de huizache y pirú y destruyó la zona donde vivían armadillos, abejas, zopilotes, codornices, coyotes, águilas e incluso zorras. Además, los arqueólogos confirmaron el hallazgo de restos prehispánicos en uno de los montículos.
“No son exactamente teotihuacanos, la cerámica no nos permite confirmar una fecha en particular, pero son hechos con toda la tradición prehispánica”, dijo Salvador Pulido.
De acuerdo con La Jornada, toda la información se proporcionó en un recorrido con Rafael Hernández Soriano (PRD), presidente de la comisión especial de la Cámara de Diputados que indaga la obra, y el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en el estado de México, Luis Antonio Huitrón, así como Salvador Pulido, director de Salvamento Arqueológico, comisionados por el titular del instituto, Diego Prieto.
En Tepetlaoxtoc la comunidad no pudo salvar al cerro y otra compañía terminó destruyendo un centro ceremonial que se cree es de origen tolteca.
“Resultaron afectados dos basamentos, pero también hay saqueo previo”, dijo Huitrón.
Los especialistas certificaron que, en la cima del Cerro de Chiconautla donde confluyen los municipios de Tecámac, Ecatepec y Acolman hay dos representaciones gráficas rupestres que los habitantes asocian a Teotihuacán e incluso con las pléyades.
El proyecto del NAICM exige que se recorte la cima del cerro pues la versión del gobierno es que el cerro estorba la visibilidad para las aproximaciones y despegues, pero los habitantes piden que no se toque el sitio pues es también hábitat de aves, reptiles y cactáceas.
Con información de La Jornada