Chiapas, 18 batallón de infantería agrede en región frontera sur, existe temor de detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas bajo Ley de Seguridad
Regeneración, 22 de marzo el 2018. El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, FrayBa, con sede en esa ciudad alteña de Chiapas, documento una serie de hostigamientos y agresiones por parte del 18 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano en contra de pobladores de la región fronteriza sur de México. Entre los hechos denunciados se señalan retenes, hostigamientos verbales, espionaje e incluso la ocupación de poblado, con corte de energía eléctrica y posicionamiento de combate contra la población civil.
Estamos viendo emerger -bajo la absurda legalidad- un Estado mexicano criminal bajo la mano dura de la dictadura militar, contraviniendo de principio todos los instrumentos internacionales de Derechos Humanos.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) documentó actos de espionaje por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) a pueblos originarios que se organizan en la defensa de sus derechos humanos. Con el pretexto de la aplicación de la Ley de Seguridad Interior y el “combate a la delincuencia”, detalló en un comunicado el Frayba fechado el dia de hoy.
Se trata de «comunidades que viven sobre la llamada carretera fronteriza sur en los municipios de Palenque, Ocosingo, Chilón y La Libertad, Chiapas», las cuales han sido violentados en su derecho a la seguridad e integridad personal por elementos del 18 Batallón de Infantería, del Ejército mexicano, con sede en Tenosique, Tabasco, México.
En los hechos se trata de «120 comunidades y ejidos tseltales, choles, tsostiles, zoques y mestizos denuncian vigilancia, hostigamientos, intimidaciones, amenazas y criminalización por parte del Ejército mexicano, hechos que ponen en riesgo la vida y la libertad de quienes conforman la Organización Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos y Costumbres», indico Frayba.
Los agravios del ejército federal mexicano al amparo de la Ley de Seguridad
El Centro Frayba denunció que el pasado 16 de febrero, en el Crucero El Tulipán, en la carretera federal Tenosique – Emiliano Zapata, Tabasco, a las 19:00 horas aproximadamente, 40 militares, al mando del coronel Pedro Larios, decomisaron 238 animales de tres jaulas con ganado procedente de Palenque, con el pretexto de que: “el hato es ilegal y traído de Guatemala”.
A pesar de que los campesinos mostraron las guías de procedencia los militares les dijeron: “ya se chingaron porque el ganado se va a Tenosique.”
«Testimonios refieren que: “el ganado que retienen en ese lugar se pierde”, “en complicidad con el Ministerio Público y la Fiscalía de Abigeato, probablemente se encuentren en acciones ilegales de venta de hato ganadero.” Finalmente, el ganado decomisado fue trasladado a un terreno privado en Balancán, donde permaneció sin cuidado adecuado, lo cual ocasionó la muerte de dos animales», indicó.
A partir del 21 de febrero, por acuerdo comunitario, la Organización Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos y Costumbres realizó manifestaciones pacíficas con reparto de volantes, en los tramos carreteros en el Tulipán, Tabasco y Chancalá, Chiapas, para solicitar la devolución de sus animales y el cese de hostigamientos.
Así mismo el Frayba relata que el 23 de febrero, durante una de sus acciones, la Organización retuvo a una persona que les tomaba fotos quien se identificó como Ezequiel López López, originario de Puebla. Sin embargo, descubrieron que es un militar, vestido de civil, en acciones de espionaje para el Ejército mexicano a pueblos originarios en la región. Ezequiel pasaba información a la unidad militar de Chancalá, Palenque, Chiapas y al 18 Batallón de Infantería de Tenosique:
“El soldado espiaba, cazaba líderes políticos e informaba, no toda la información la pasaba a su jefe sino también a otra gente. Los mismos soldados están infiltrando, tenemos espías en las comunidades. Tiene una lista de todas las organizaciones y nombre de las personas dirigentes. Trae mapas, fechas, lugares de reuniones y rutas especialmente de transporte de ganado. Cuando llega a la comunidad es que lo reconocen que es el que pasa a vender tortilla y pan. El acta de nacimiento dice que es del ejido San Juan y el de la credencial es del ejido de La Cascada, ambas del municipio de Palenque.”
«La Organización Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos y Costumbres trasladó a Ezequiel López López a la comunidad Ángel Albino Corzo de Palenque, Chiapas. El mayor Moysés Azcaño Zapot, el sargento segundo Daniel Peralta Flores y el soldado Guillermo Zarao Bermudez llegaron al lugar para negociar la liberación de Ezequiel y se quedaron de manera voluntaria».
El cerco militar de Sedena contra pobladores
Frayba señala en su denuncia, hechos que mucho parecieran a la guerra de Guatemala contra los pueblos indios:
«Mientras estaba el proceso de diálogo, SEDENA inició un cerco a la comunidad: Aproximadamente unos 200 militares provenientes de Tenosique, Tabasco, arribaron a las inmediaciones, cortaron los accesos, así como la comunicación al exterior, la energía eléctrica y se apostaron en posición de ataque para ingresar, a la vez que desplegaron una campaña mediática de desprestigio en contra de la organización. Estas acciones militares generaron miedo»
Dicho centro de derechos indicó que el 24 de febrero, «las autoridades de gobierno liberaron el ganado decomisado y firmaron un acuerdo donde se estableció que no habría represalias a integrantes de la Organización. Ezequiel fue entregado sin daño alguno».
Después de estos hechos, las comunidades y ejidos de la Organización Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos y Costumbres de Palenque han reportado mayor vigilancia y patrullajes militares en la región, así como un incremento de retenes intermitentes de elementos del Ejército mexicano, quienes se han mostrado en actitud hostil, amenazante y discriminatoria.
Fray ba precisa que cuando pobladores cuestionaron a los soldados estos argumentan agresivamente que: “son facultades que les da la Ley de Seguridad Interior y que como indígenas tienen que acatar las nuevas reglas”.
Temor de detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas
Las comunidades de pueblos originarios en la zona norte fronteriza de Chiapas viven en constante tensión, no solamente porque no pueden transportarse libremente sino porque tienen temor de detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas. Es alarmante el incremento de los posicionamientos militares en los municipios de Palenque, Ocosingo, y en las regiones fronterizas del estado de Chiapas, lo cual está ocasionando impactos psicológicos hacia las comunidades mayoritariamente indígenas; indicó en su comunicado el Frayba.
Ley de Seguridad, crisis de derechos humanos
Ante estas acciones ilegales y represivas del Ejército mexicano reiteramos que la implementación de la Ley de Seguridad Interior asegura la continuidad y profundización de la violencia, la agudización de la crisis de derechos humanos, así como de la impunidad, aumentado las violaciones a derechos humanos cometidas por militares. Organismos nacionales e internacionales de derechos humanos han reiterado al Estado mexicano que los militares no son adecuados para las tareas de seguridad pública, como también quedo claro en la audiencia temática celebrada el pasado 2 de marzo en el 167 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; señaló.
En conclusión, para el Centro de Derechos Humanos, Fray Bartolomé de Las Casas «estamos viendo emerger -bajo la absurda legalidad- un Estado mexicano criminal bajo la mano dura de la dictadura militar, contraviniendo de principio todos los instrumentos internacionales de Derechos Humanos».
Por lo antes dicho, FrayBa exhortó a la Secretaría de la Defensa Nacional cese los actos ilegales de hostigamientos, intimidaciones, amenazas y criminalización a quienes se organizan de manera pacífica en la construcción de alternativas de vida y asimismo respete los derechos colectivos de los pueblos originarios.