Por Jenaro Villamil | homozapping
Regeneración, 20 de julio 2014.-La ruta de los grandes negocios petroleros a partir de la reforma energética se ubica en las entidades del noreste del país (Coahuila, Chihuahua Durango, Nuevo León y Tamaulipas) donde el gobierno federal espera recibir más de 1 billón 2 mil 990 millones de pesos en inversiones privadas para exploración y extracción de hidrocarburos.
Coincidentemente, es la misma región del país donde se prevén más conflictos agrarios y ganaderos por la afectación de 81 municipios de las mismas entidades ante la expropiación y la figura de “ocupación temporal” que se aplicará para privilegiar las actividades energéticas de los privados, permitidas en las nuevas leyes energéticas.
También son las mismas entidades donde los centros de derecho ambiental y activistas han pronosticado un mayor impacto ante la actividad del fracking –fractura hidráulica de las rocas para extraer el gas de lutitas o gas shale- y un riesgo para las Areas Naturales Protegidas que no cuentan con un programa de manejo. Son los casos de Janos, Cascada de Bassaseachic y cumbres de Majalca, en Chihuahua, o las zonas de Cuatrociénegas y Ocampo, en Coahuila.
Así se desprende de tres documentos diferentes, cuyas copias obtuvo Proceso, donde se detallan los negocios de exploración y extracción de hidrocarburos, gas shale, centros pretroquímicos, así como gasoductos y poliductos que se cederán a los inversionistas privados, a raíz de la entrada en vigor de las nuevas leyes secundarias en materia energética, discutidas y aprobadas en el Senado y la Cámara de Diputados.
Según el estudio Potencial de Inversiones de la Reforma Energética en las Distintas Regiones de México, elaborado por el gobierno federal de Enrique Peña Nieto y distribuida en la bancada del PRI en el Senado para defender las reformas secundarias, el negocio más importante se prevé en las entidades de Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas donde se esperan inversiones por poco más de 1 billón de pesos para exploración y extracción de hidrocarburos, es decir, petróleo y gas.
En Coahuila se tiene proyectado, además, un centro petroquímico por 58, 500 millones de pesos e inversiones privadas en toda la región por 47,680 millones de pesos para la instalación de gasoductos y poliductos.
La segunda zona con mayor potencial de inversiones es la región Sur-Sureste. Ahí se proyectan 769 mil 202 millones de pesos en actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en Tabasco, Veracruz y Campeche, así como 58,500 millones para un centro petroquímico en Chiapas, 45,500 millones de para la reconfiguración de una refinería en Oaxaca, 15 mil millones para una planta de licuefacción de gas natural, una central de ciclo combinado en Yucatán y 11,430 millones de pesos en 910 kilómetros de gasoductos y poliductos.
En el noroeste, centro y centro-occidente del país las inversiones privadas serán menores. En la zona del Distrito Federal, Hidalgo, Estado de México, Puebla, Morelos y Tlaxcala se prevén 136, 393 millones para exploración y extracción de hidrocarburos, 48,850 millones de pesos para la reconfiguración de una nueva refinería y 150,800 millones de pesos para la construcción de otra nueva refinería, ambas en Hidalgo.
El optimismo frente al potencial de inversiones privadas es tal que el documento oficial prevé que “estos proyectos de alto impacto detonarán la actividad económica y su repercusión va más allá del sector energético (creación de empleos calificados, demanda por profesionistas, desarrollo de infraestructura, entre otros)”.
“Con la aprobación de una reforma energética de gran calado, estos proyectos tienen una alta probabilidad de llevarse a cabo. Esto porque, a diferencia de la situación actual, además de recursos públicos se contará también con inversión privada”, resalta el estudio.
El total de inversiones que se esperan es de 1 billón 905 mil 085 millones de pesos y no se prevé ningún conflicto o debilitamiento de Pemex, a pesar que en otros documentos se consideran otros riesgos de la bonanza privatizadora.
Continúa mañana.