Brasil está lista y dispuesta a sacrificar las vidas de inocentes indígenas en su codiciosa lucha por las ganancias
En la antesala de la Copa del Mundo, Survival Internacional, la organización que defiende los derechos de los pueblos indígenas, está llamando la atención sobre el “lado oscuro” de Brasil, porque tanto el Gobierno como los terratenientes planean abrir los territorios indígenas a faraónicos proyectos industriales
Regeneración, 30 de marzo 2014.-En ese contexto, la empresa petrolera estatal Petrobras ha iniciado las exploraciones en busca de hidrocarburos en una de las zonas más recónditas de la Amazonia, poniendo en serio peligro a varios pueblos indígenas aislados.
Fuentes locales aseguran que Petrobras ha instalado quince barcas de carga con generadores de alta capacidad, oleoductos y maquinaria minera en el río Tapauá, en el estado Amazonas. La exploración se está llevando a cabo cerca de siete territorios indígenas, incluidas las tierras de los indígenas suruwahas, banawahas, denis y paumaris.
Aunque la constitución brasileña estipula que los pueblos indígenas deben ser consultados sobre todos los proyectos que afecten a su tierra, Petrobras no ha cumplido con este proceso de consultar a las tribus de la zona. FUNAI, el departamento de asuntos indígenas del Gobierno, tampoco fue informado sobre la exploración, pese al hecho de que algunas tribus de la región están en situación de aislamiento y han sido contactadas de forma relativamente reciente.
Al ser preguntada por las recientes exploraciones en la cuenca del río Tapauá de Petrobras, la Agencia Nacional de Petróleo de Brasil afirmó que “no se ha solicitado, o autorizado, por esta agencia la exploración de petróleo y gas en esa región”.
En una carta a la Fiscalía General, expertos brasileños han destacado el derecho de los indígenas, reconocido por el derecho internacional, a ser consultados sobre esta actividad y advierten que “más de 1300 personas podrían sufrir impactos irreversibles”. Una diputada y un senador ya han tratado la cuestión en el congreso.
En las décadas de los años 70 y 80, Petrobras hizo exploraciones petrolíferas en el Valle del Javarí, el hogar de mayor concentración de tribus no contactadas del mundo. Numerosos indígenas aislados, así como empleados de FUNAI y Petrobras, murieron en conflictos generados por las actividades exploratorias.
El año pasado, los pueblos indígenas del Valle del Javarí reafirmaron su oposición a cualquier tipo de exploración, ni siquiera en las proximidades de sus tierras. En una carta advertían de que no querían ver una repetición de la tragedia que sufrieron cuando Petrobras destruyó sus hogares y huertos, explotaron sus lagos y arroyos, contaminando los manantiales y empujando a la muerte a varios indígenas.
Survival ha escrito a Petrobras exhortando a la empresa a detener inmediatamente su trabajo en el área. Stephen Corry ha declarado que “Brasil está lista y dispuesta a sacrificar las vidas de inocentes indígenas en su codiciosa lucha por las ganancias”. Además, asegura que “su crecimiento económico se produce con un inmenso coste humano: las vidas y el sustento de los pueblos indígenas del país. No se equivoquen: cuando las tierras de los indígenas aislados son invadidas, la enfermedad, la muerte y la destrucción le siguen inevitablemente. Este es el lado oscuro de Brasil”.
Información: http://www.survival.es/